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La ultraderecha y sus jefes de estado.

Hitler, refiriéndose a los Estados Unidos decía, "Cuando Norteamérica buscaba extenderse hacia el oeste, soldados y hombres en busca de nuevas tierras, acribillaron a millones de pieles rojas”. - Hitler subestimó a los Estados Unidos y ese error le costó muy caro.

El slogan americano en ese entonces, era, "Dadme la libertad o dadme la muerte".

Esta es la tradición y la enorme responsabilidad que hereda todo presidente estadounidense, cuando pronuncia el juramento de lealtad a la nación.

A Donald Trump, le gusta recitar un poema sobre una mujer un tanto atolondrada, pero de buen corazón que sale una mañana invernal a dar un paseo y se encuentra una serpiente medio congelada. Ella, compadecida se la lleva a casa, la coloca junto a la chimenea y la alimenta con leche y miel, hasta que recupera la salud. Contenta de ver a la serpiente aliviarse, la coje sobre sus manos y ésta la muerde en el pecho. La mujer está a punto de morir, pero esta quiere saber, porque ha sido tan desagradecida con ella, a lo que la serpiente le responde: "Déjate de estupideces, cuando me recogiste, sabías que yo era una serpiente".

A Trump en cambio, se le ilumina la mirada, cuando ve a un dirigente arrollar a la oposición, saltarse las limitaciones legales, hacer caso omiso de las críticas y hacer cuanto les venga en gana para conseguir sus objetivos.

Recién llegado a la presidencia, llamó al asesino Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, responsable de miles de ejecuciones extrajudiciales contra su pueblo y creador de escuadrones de la muerte, que perpetraban asesinatos con una descarada impunidad, al que felicitó "por el increíble trabajo que estaba haciendo".

En el 2013, el general egipcio Abdel Fatah, el SISI, se hizo con el poder por medio de un golpe militar. Este gobierno censura la discusión política, utiliza la fuerza letal contra los manifestantes, hostiga a los periodistas, declara ilegal la oposición política, encarcela a miles de disidentes, tanto laicos como religiosos creyentes, y a pesar de todas estas formas de actuar, al señor Trump, le parece fantástico, su admiración hacia los déspotas es tan profundo, que se extiende a muchos menos dignos de respeto.

Este gobernante actual, tiene una visión de Estados Unidos, bastante sombría, uno de sus mantras favoritos es que allí, los jueces no son imparciales, el FBI está corrompido, la prensa solo cuenta mentiras y que las elecciones son amañadas.

El impacto que estas críticas, producen en el país, una desenfrenada desmoralización, dividiendo a los ciudadanos que nunca han oído hablar a un presidente con semejante desdén hacia las instituciones americanas.

En vez de animar a otros países a seguir el ejemplo de los Estados Unidos, los invita a hacer una contraria oposición.

Las acusaciones de este mandatario son tan irreflexivas que solo sirven para desacreditar gremios enteros, que son esenciales para la democracia.

Según "El Diario del Pueblo", órgano oficial chino, expresa; "Si el presidente de los Estados Unidos, asegura que los medios informativos de su país, son unas lacras para ellos mismos, entonces, las noticias negativas sobre China habría que observarlas con mucha cautela, porque es muy probable, que los prejuicios y la agenda política, estén desvirtuando la imagen real de nuestra nación".

La vigilancia a una prensa libre e independiente sobre los dirigentes políticos, exigiéndoles fiel cumplimiento de responsabilidades, es lo que hace posible un gobierno abierto, que es justamente el motor de toda democracia.

Lo que quiere Donald Trump, es ralentizar la máquina democrática, haciendo de esta acción, una bendición para los dictadores, lo cual resulta siendo una vergüenza, viniendo del representante máximo de una de las grandes democracias instituidas del mundo.

Sus grandes amigos son los líderes que no respetan los derechos civiles y políticos de sus ciudadanos, como Miley en la Argentina y Álvaro Uribe en Colombia.

El slogan de Trump es "América Primero", otro de los elementos que opacan la visión de este mandatario, porque no ofrece ningún incentivo para la amistad.

Si toda nación se centra en tomar ventaja sobre las demás, no podrá haber confianza ni relaciones especiales, ni recompensas por la buena voluntad, nuestras esperanzas, solo serán muestras de cinismo puro.

Trump, se considera a sí mismo, como un maestro en el arte de la bravuconería y el engaño, dos estrategias que pueden ser efectivas siempre que se empleen con moderación, pero al fin y al cabo este gobernante, parece bastante voluble.

Durante el año de 2025, la apreciación de Estados Unidos en el mundo ha caído en picada, según revelan las encuestas efectuadas. En Alemania el porcentaje de los que creían en el presidente estadounidense, pasó del 86 al 11%, en Japón del 74 al 24% y en Corea del Sur del 64 al 17%, además este presidente ha dicho barbaridades sobre el pacto nuclear iraní, ha mal gastado grandes recursos nacionales en el muro de México, ha intentado vetar la inmigración musulmana y ha propuesto reducir el presupuesto en materia de desarrollo, diplomacia y salud medio ambiental.

La elección de Trump, por sí sola, siembra dudas en los círculos internacionales sobre el buen juicio de los estadounidenses, este hecho desalienta a los defensores de la libertad del mundo entero y les da alas a los autócratas y a líderes, que tienen desacuerdos importantes con Estados Unidos.

Son muchos los que temen que el unilateralismo propugnado por Trump, se prolongue más allá de su propia presidencia.

Sus continuas descalificaciones a otros países, han abonado el terreno de la desconfianza y al mismo tiempo han mejorado las perspectivas electorales de políticos extranjeros hostiles Washington y a sus políticas.

Al inicio de su mandato, se desplazó a la península arábiga, criticó severamente a Irán, vendió armas a la clase dominante árabe y a todo esto lo calificó, de victoria histórica en la lucha contra el extremismo violento.

Decidió reconocer a Jerusalén, como la capital de Israel y dijo que esa decisión favorecería la paz entre Israel y los Palestinos y fue, al contrario, las anticuadas ideas de Trump, han sido desastrosas.

Obsesionado con el "American First", ha hecho que China se presente como la defensora del libre comercio.

Al sacar a Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico, propuesto por la administración anterior del presidente Biden, ha hecho que el país estadounidense pierda prestigio en una de las regiones más dinámicas del mundo, especialmente en términos económicos y sucede justamente cuando el presidente chino Xi-Jimping, aparece como el líder más poderoso de su país, desde la época de más esplendor, la dinastía Qing en el siglo XVIII.

El errático planteamiento de Trump, ha contrastado con la influencia económica en la región del pacífico, así como en el Asia Central y Meridional, en Europa, Oriente Medio, África del Norte y América del Sur, es decir prácticamente en todo el mundo.

Un escritor italiano y sobreviviente del holocausto, que se hacía Llamar "Primo Levi", afirmaba que, al punto crítico del fascismo, se puede llegar fácil a través del temor, de la intimidación policiaca, negando o distorsionando la información, contaminando la justicia, paralizando la educación y defendiendo de un modo muy sutil una falsa nostalgia, de un mundo en el que reinaba un soberano orden.

Una de las jugadas modernas del neoliberalismo y del capitalismo salvaje es hacerse con el poder por medios democráticos, para luego destruir la democracia.

ABELARDO GIRALDO. 19/11/2025.

Tomado de la obra "EL FASCISMO, UNA ADVERTENCIA", BEST-SELLER, editado por el NEW YORK TIMES, de MADELEINE ALBRIGHT.