Después
de 1991, Ucrania alcanzó la independencia con la disolución de la URSS., y luego empezó un período de transición hacia
una economía de mercado, durante la cual, fue afectada, por una recesión que
duró 8 años, sin embargo, en el siglo XXI su economía registró un aumento
con crecimiento promedio del PIB, de un 7% anual.
Actualmente
cuenta con una población de 51.300.000 habitantes, tiene el segundo ejército más grande en Europa
después de Rusia y su religión es el cristianismo ortodoxo.
A
diferencia de Egipto y Túnez, las
autoridades iraníes no simpatizan mucho con esta población, porque en Ucrania
como en Siria, las revueltas se hacen contra un mismo aliado, que en este caso,
es Rusia, con el que Teherán se identifica plenamente.
Ha
sido sorprendente el apoyo y la gran aceptación que los ucranianos han
encontrado en la prensa escrita de todos los países europeos.
Esto
se debe al éxito de las protestas callejeras y la liberación de una gran figura
de la oposición, la ex primer ministro Julia Tymoshénko.
En
Crimea a 10 kilómetros de la ciudad de Sebastopol, se encuentra la flota rusa
del mar Negro y la ciudad más rusa de toda Ucrania.
Esta
flota debería haberse marchado en el año 2010, pero el presidente Yanukovich,
prolongó el acuerdo hasta el 2042 con la opción de quedarse hasta el 2047.
La
presidencia de ese país se la disputaron Julia Timoshénko y Víctor Yanukovich,
pero a pesar de que la primera, firmó
gravosos y corruptos contratos para ganarse la confianza del presidente
Vladimir Putín, perdió en las elecciones.
En
cuanto a Yanukovich, el presidente Putín, obtuvo un gran desengaño, porque lo que el necesitaba era un
dirigente complaciente y estable, que estuviera al tanto de cualquier adversa
situación, pero sucedió lo contrario y de ninguna manera, el premier ruso,
estaba dispuesto a aceptar un perdedor que lo involucrara en su derrota.
Supongamos
que Yanukovich, se hubiese refugiado en un barco ruso, encontraríamos que los
activistas asaltarían la nave, como lo han hecho o harían con los edificios
gubernamentales rusos., se sentirían patriotas y tendrían motivos para opinar
que Rusia respaldaba a su dictador, protegiéndolo.
El
parlamento de Crimea, ha querido bloquear el referendo programado para el 16 de
marzo y ha aprobado este jueves por
“unanimidad”, su incorporación a la federación rusa.
Según
el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov, el presidente Putín ya fue informado de
esta decisión.
A
este respecto, el presidente de los Estados Unidos Barack Obama, ha afirmado “que cualquier
decisión sobre el futuro de la región autónoma de Crimea, debe incluir al
gobierno ucraniano” advirtiendo además que Estados Unidos y sus aliados se
mantendrán firmes, en su apoyo, al gobierno recientemente instalado.
Agrega
además, que autorizó sanciones contra “individuos responsables por actividades
que socaven el proceso democrático o las instituciones en Ucrania; amenazando
la paz, la seguridad, la estabilidad, la soberanía o la integridad territorial
del país”.
Vladimir
Putín, presidente de la Federación Rusa, dice que los que atentaron contra la
democracia son los hombres que hoy gobiernan a Ucrania y que esta semana
estuvieron en la plaza de Maidan alentando las protestas contra Viktor
Yanukóvich, líder elegido democráticamente y cuyo mandato termina en poco más
de un año.
El
kremlin rechaza también que los partidos de extrema derecha, como Svoboda integren el gobierno después de su accionar
en las protestas y recuerda que algunos de los héroes que ondean las banderas
de esos grupos, colaboraron con la ocupación nazi y la matanza de judíos en la
segunda guerra mundial.
El
actual presidente interino Olexander Turchynov, es uno de los íconos de la revolución
naranja y mano derecha de Yulia Tymoshenko.
Al
parecer el referendo programado para el 16 de marzo, donde definirán si que
adhieren a la Federación Rusa o se quedan con Ucrania y que ha sido rechazado
por Kiev, Bruselas y Washington, sigue su curso.
Esta
noticia sobre los sucesos en Ucrania continuará en desarrollo.
Abelardo Giraldo, 03/07/14.