Este día fuera de
ser la remembranza de un acontecimiento de carácter histórico y
religioso, los norteamericanos lo celebran por el mes de noviembre y lo
consideran el feriado más grande del año.
El papa se negó rotundamente a concederle esta
petición, determinación que hizo encolerizar al soberbio rey y fue entonces
cuando secularizó los monasterios, confiscó los bienes de la Iglesia Católica,
hizo destruir catedrales, basílicas y acabó con todos los santuarios
pertenecientes a la Iglesia Romana, anexionó Gales al reino, también Irlanda y
se autoproclamó como cabeza suprema de la nueva religión anglicana.
Esta nueva corriente religiosa, abolía de una vez por
todas “El Celibato”.
Se dio inicio en Inglaterra a una tremenda persecución
contra todos los que profesaran religión diferente a la anglicana, los cuales
eran llevados a la horca o decapitados.
Esta persecución continuó hasta el reinado de Jaime I
de Inglaterra, quien decidió conceder una cédula para los que desearan viajar a
conquistar nuevas tierras a través del mar. Fue así que un grupo de peregrinos
o “Pilgrims”, como se les denomina en inglés, muy educados y de fuertes
convicciones religiosas, huyeron en un barco llamado el “Mayflower” flores de mayo,
hacia el nuevo mundo, porque se oponían a los dictados de la Iglesia Anglicana y
además, temerosos de un cruel castigo.
Fueron más de 100 personas las que cruzaron el Atlántico
y se instalaron en lo que hoy es el estado de Massachusetts, una vez allí, en
pleno invierno padecieron de frio y hambre, situación que los llevó a que más
de la mitad fallecieran.
En la primavera
siguiente y ayudados por los indios, aprendieron a sembrar maíz, una
planta antes desconocida para ellos los colonos, luego empezaron a cultivar
cebada, frijoles, calabazas y arándanos.
Después los aborígenes los entrenaron en el difícil
arte de la caza y la pesca. Se fue organizando una mezcla de costumbres y
culturas, logrando que coincidieran en algunos rituales comunes para celebrar
el fin de la temporada de siembra y dar gracias a los dioses por los frutos
cosechados.
Dos naciones celebran el Thanksgiving, Canadá desde 1578 y Estados Unidos desde 1619.
Esto es muy parecido a lo que celebramos los latinoamericanos con las famosas
fiestas de la cosecha.
Una gran prosperidad les permitía recolectar generosas
cosechas y en el primer Thanksgiving de norte américa, los colonos invitaron a
los indios de la tribu Wampanoa y a su
gran jefe, el cual concurrió a la reunión con 90 indios, llevando consigo
ciervos y pavos en abundancia.
Los colonos expertos en cocinar, les prepararon
diversas clases de granos, los cuales eran servidos en suntuosas vajillas, las
que también, eran totalmente desconocidas para los aborígenes.
Esta costumbre fue establecida por siempre y cada año, los colonos usualmente celebraban la cosecha
de otoño en compañía de los indios.
Cuando los Estados Unidos consiguieron la
independencia de Inglaterra, el primer presidente George Washington, sugirió el
26 de noviembre como el gran día de acción de gracias “Thankgiving Day”, pero
en 1863, Abraham Lincoln, les pidió a
todos los americanos, celebrar esta fiesta, el último jueves del mes de noviembre.
Se considera como un reconocimiento a los indios, en
la primera acción de gracias hace 350 años, sin ellos, los primeros colonos no hubiesen sobrevivido.
Es un día profundamente patriótico y es el aviso o
antesala de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
En cada una de estas fechas, en todas las casas, se
reza esta oración: ”Bless this food, oh
lord, thank you for your many blessing this thanksgiving”. “Bendice
estos alimentos Señor, gracias por tus muchas bendiciones en este día”.
Por| Abelardo
Giraldo.
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