El filósofo Epicteto,
decía: “Engrandecerás a tu pueblo, no
elevando los tejados de las viviendas, sino las almas de los habitantes”
Y haciendo remembranza del Dr. Hugo Toro Echeverry,
he encontrado que las personas que viven entregadas a causas legítimas,
generosas y nobles nunca mueren, porque a pesar de haber sido vilmente
asesinados, la sangre derramada por ellos, contribuye a fertilizar la unidad y la esperanza de los pueblos.
Hubo una época aciaga en que era grotesco reclamar
justicia, en que no tenía ningún sentido, señalar negligencias y omisiones,
rechazar remedos de investigación, lo mismo que denunciar intereses mezquinos, traiciones o deslealtades.
La justicia es el elemento que cohesiona a las
sociedades, porque es en torno de ella que se forja la cultura, se escribe la
historia, se repudian los actos que nos avergüenzan y se reconocen los hechos
que nos engrandecen.
En la medida que impere la impunidad, se alentarán las
conductas que nos lastimarán como pueblo o como nación. Bertold Brecht, opinaba
que la injusticia era humana, pero más humana era la lucha contra la
injusticia.
Durante varias administraciones departamentales se han
venido recibiendo partidas millonarias para arreglar el paso de La
Cristalina y este es el momento que el problema sigue ahí, que será de nuestro pueblo cuando ocurra lo
mismo en la región de La Chillona, donde la carretera
también amenaza con hundirse. Estamos siendo abandonados y si no se nos arregla
la situación, vamos en camino a convertirnos en un pueblo fantasma, la
población se vería obligada a marcharse, al no poder comercializar su producción agrícola.
Sevilla se convertirá en uno de esos pueblos en calma en donde no correrá ni el
aire, solo la música y el alcohol,
vibrarían en las noches para paliar su abandono.
No sé, si sería prudente que Sevilla y nuestra hermana
ciudad de Caicedonia, miraran la posibilidad de vincularse al gran desarrollo del “Eje Cafetero” y pasaran definitivamente
a formar parte de los pujantes pueblos del Departamento del Quindío.
Ha existido mucha desconfianza por parte de las
poblaciones que habitan Sevilla y Caicedonia, hacia las Administraciones Departamentales del
Valle del Cauca.
El Valle, solo
nos ha dejado dolorosos recuerdos en tiempos pasados y los políticos o
dirigentes residentes en Cali, suben a nuestros pueblos solamente en temporada de elecciones, cuando en floridas
campañas políticas, usando grandes y
festivos desplazamientos, llegan cargados de promesas.
Sevilla está cansada de insistir ante esas indolentes
administraciones departamentales para que le sean solucionados sus problemas,
como este, sobre la comunicación vial,
pero no ha sido posible, una vez que pasan las elecciones nos dejan una retro excavadora
por uno, dos o tres meses y luego, a
esperar hasta una próxima campaña electoral, para que se vuelva a reanudar el
tema.
Hay que entender que si alguien logra deslizarse con
éxito por el resbaladizo terreno de la corrupción, sus paisanos, compatriotas,
amigos cercanos o descendientes, patinarán y resbalarán allí, precisamente
donde él triunfó.
Al parecer carecemos de Procuradurías, Contralorías o
interventorías del Estado, que
fiscalicen el buen uso de las millonarias partidas, asignadas para tal fin.
Veo muy pronto la cacareada disculpa usada en todos
los tiempos por parte de administraciones anteriores, cuando cínicamente han
expresado, “Lamentamos profundamente no poder terminar la obra porque se nos acabó
el dinero”.
Por| Abelardo
Giraldo. 06/08/16.