A los que nacimos y crecimos en el país del sagrado corazón de Jesús “Colombia” desde los primeros años de escolaridad nos iniciaban en clases de Religión.
Empezábamos con el catecismo del Padre ASTETE y esto se complementaba en casa con la mandataria sumisión que nos imponían nuestros padres, quienes antes de acostarnos nos apretujaban con nuestras hermanas y hermanos, haciéndonos repetir diariamente como loros ,un interminable repertorio de oraciones.
Luego venían los estudios secundarios y allí éramos recibidos por sacerdotes, laicos o seglares, que continuaban con el proceso de adoctrinamiento y aculturación de estos ignorantes adolescentes.
En nuestro caso particular de Sevilla, fue al padre Gabriel Rivadeneira a quien le tocó el encargo de orientarnos espiritualmente.
Nos hacía profundizar en los planteamientos filosóficos de TOMAS DE AQUINO, autor de la "SUMA TEOLOGICA", pilar de gran contundencia para sostener los cimientos de la Iglesia Católica. Esta obra consta de 17 volúmenes.
De aquí, parte el principio de la fe, como algo que no hemos visto, pero que debemos creer porque Dios lo ha revelado.
Este concepto esta cubierto de un manto obscurantista, ha sido muy debatido y criticado, se ha dicho que el hombre siempre ha sido huérfano de esperanza, situación que ha sido aprovechada por muchos místicos, teólogos y filósofos escolásticos para especular sobre este tema.
MARTIN LUTERO, cuando se rebeló contra el papa PIO X.,que lo excomulgó ,le afirmó enfáticamente que “DIOS NO EXISTE SINO A TRAVES DE LA FE DE LOS HOMBRES” y le recriminaba diciéndole al papa QUIEN LO HA VISTO?.
Personalmente consideraría, que la fe es el producto de una visión interna que nos entusiasma, que nos transmite confianza, que hace que tengamos una vida con propósito y que nos ayuda a ser transparentes.
La fe proviene del convencimiento nato de una plena certidumbre.
La fe es algo genuino, salido de los más íntimos deseos de nuestro corazón.
No necesitamos adentrarnos en tratados de la ética, la moral o la lógica, que nos inculcara, este monje glotón y regordete, de origen italiano, que escribía inspirado en Aristóteles y que según sus biógrafos era feliz alimentándose de corderos y faisanes.
Posteriormente fue beatificado por la Iglesia con el nombre de Dr. Angélicus y su fiesta es el 7 de Marzo. Su doctrina adquirió el nombre de Tomismo.
Abelardo Giraldo
coreguaje2@yahoo.com
Reflexión para el miércoles 3 de noviembre de 2021
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*Tiempo Ordinario *
*San Martín de Porres*
*Lea el Evangelio de hoy**: Lucas 14, 25-33:*
En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y...