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Apología de la palabra "libro"

Por: Abelardo Giraldo
(Tampa Fl, Junio 26 de 2009)

Hoy que esta de moda escribir, escriben los secuestrados ,escriben los paramilitares, escriben los políticos, los catedráticos y todo el mundo escribe libros, he considerado apropiado, investigar un poco sobre la palabra “LIBRO”.

Encontré, que los grandes maestros de la humanidad, curiosamente expresaban sus convicciones a través de la palabra, nunca dejaban nada escrito, se dice que Pitágoras jamás escribió, quería que su pensamiento viviese más allá de su muerte corporal, en la mente de sus discípulos; por esta razón los pitagóricos afirmaba Aristóteles, pensaban y repensaban los conceptos de su maestro y siempre solían decir “MAGISTER DIXI”, el maestro lo dijo.

Platón decía que los libros son como efigies y para corregir el silencio de estos, se inventó los diálogos platónicos y cuando algún problema o duda se le presentaba, solía decir “Que hubiera pensado Sócrates de esto”, o sea que Sócrates jamás dejó nada escrito y también fue maestro oral.

De Cristo sabemos que escribió una sola vez, en la arena, pero después el mar borro su mensaje. Buda también fue maestro oral.

En oriente se consideraba ‘QUE PONER UN LIBRO EN MANOS DE UN IGNORANTE ERA TAN PELIGROSO COMO PONER UNA ESPADA EN MANOS DE UN NIÑO’, o sea que en la antigüedad, no se tenía el respeto de hoy por el libro, aunque Alejandro de Macedonia, dormía según él, con dos armas “La Ilíada y la espada”.

Séneca en sus admirables epístolas a Lucilio, existe una en donde habla de un individuo muy vanidoso que tenía en su biblioteca 100 volúmenes, hoy en cambio se aprecian las bibliotecas numerosas.

Borges Jorge Luís, como lo definirían los chafarotes militares de la Argentina, quien fue un erudito singular y hombre de letras, decía que de los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es sin duda el libro y concluía : el microscopio y el telescopio son extensiones de su vista, el teléfono es una extensión de su voz, el arado y la espada son extensiones de su brazo, pero el libro es otra cosa,”EL LIBRO ES UNA EXTENSION DE LA MEMORIA Y DE SU IMAGINACION”.

Se dice que los libros mas antiguos son los libros sagrados, el Corán para los musulmanes y estos a su vez le decían a los israelitas “LA GENTE DEL LIBRO”,refiriéndose a la Biblia, que concretamente no son más que los libros sagrados de LA TORA Y EL PENTATEUCO.

Después viene, que cada país, ha venido siendo representado por un libro. Inglaterra eligió a William Shakespeare, Alemania eligió a Johan Wolfgang Goethe, a quien se considera una de las figuras más altas de la letra universal, Francia viene siendo representada por Víctor Hugo, aunque afirman que sus grandes escenarios y decoraciones idiomáticas lo mismo que sus vastas metáforas ,no son típicas de Francia sino de España.

España es un caso aparte, pudo ser representada por Lope de Vega, por Calderón de la Barca, por Francisco de Quevedo, incluso por Miguel del Valle Inclán, que hombres tan grandes, me quito el sombrero., pero no fue así, España está hoy representada por Miguel de Cervantes Saavedra, quien con su Quijote de la Mancha, que no es más que una sátira de los libros de caballería, logró conquistar el espacio de ser el libro más leído, después de la Biblia y el Corán.

Sobre el libro han escrito mucho; Emerson decía que la lectura no es más que una forma de la alegría, que si leemos algo con dificultad. Es porque su autor ha fracasado y se concreta diciendo que un libro no debe requerir un esfuerzo para leerlo. El decía que releer es más importante que leer, salvo que para releer, es necesario haber leído.

Yo personalmente tengo ese culto por el libro, y sigo comprando libros, yo sigo llenando mi casa de libros, veo de mí hacia ellos y de ellos hacia mí una amistosa cooperación. Para mí, el libro es una posibilidad de felicidad, que tenemos los hombres. Heráclito decía que los libros están repletos de pasado, esto es muy cierto, si leemos un libro antiguo es como si viviéramos todo el tiempo que ha transcurrido desde el día en que fue escrito hasta nuestros días.

Para terminar, quiero comentarles que mi Biblioteca es mi gabinete mágico, es encantador como mi computadora, en mis libros reposan los mejores espíritus de la humanidad, los abrí, salieron de su silencio, se despertaron y me contaron todo esto que les estoy escribiendo.