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Historia de un exitoso presidente

Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil”  Jean de lafontaine..

Se trata de uno de los más célebres y connotados presidentes de los Estados Unidos, verdaderamente habilidoso y afortunado. 

Fue hijo único, su padre tenía 54 años cuando Franklin nació, estudió en  Harvard, su  padre,  un terrateniente muy acaudalado quien además se ejercía como Presidente de los Ferrocarriles Nacionales. Sobrino de Theodore Roosevelt que  también había sido Presidente de esta nación desde 1901 a 1909, por el Partido Republicano. Fue influido tremendamente por un predicador episcopal llamado Endicott Peabody, que le enseñaba que era obligación de todo  cristiano  ayudar a los menos favorecidos y  les inculcaba a sus alumnos el deber del servicio público.

Debido a sus continuos viajes a Europa llego a dominar el idioma francés y el alemán.
Esta nación atravesaba por la gran depresión de los años treinta y a la vez un fenómeno se hacía manifiesto, había nacido la radio y los grandes líderes empezaban a comunicarse con sus pueblos a través de este medio.
Franklin Delano Rossevelt, fue el primero en promocionar las políticas de su partido hablándole por la radio a sus votantes, lo mismo ocurría en Inglaterra con Winston Churchil, quien siempre se dirigía a su pueblo a través de la radiodifusora nacional.
El pueblo norteamericano se sentaba plácidamente en la sala de sus casas para escuchar a su presidente, como si se tratara de una visita.
El presidente les exponía los temas más complejos de la nación en términos simples y fáciles de entender, su voz era cálida, resonante y acompasada con un virtual optimismo.
El  estrés emocional que producía la gran depresión que estaba asfixiando a los Estados Unidos era paliativamente tranquilizada por una exposición de Roosevelt, mientras con una mano sostenía los intereses de la nación,  induciendo a sus ciudadanos a invertir y a los consumidores a recobrar el  valor y el ánimo, era  de esta forma como les disipaba sus temores.
Roosevelt, usó la radio para que lo eligieran, lo reeligieran y lo continuaran reeligiendo.
Había otra razón por la que Roosevelt y la radio hacían una buena pareja y era su condición física, pues tras haber sufrido la polio en 1921, el vivió en una silla de ruedas por el resto de su vida.

Se dice que Franklin enfermó por una infección viral de las  fibras nerviosas de la columna vertebral que probablemente contrajo nadando en el agua estancada de un lago cercano a su casa.
Al encontrarse imposibilitado para caminar era a través de la radio como proyectaba su presencia por toda la nación, gracias a la autoridad que irradiaba su voz en la conducción de la misma.

Mientras el Presidente Wilson en 1919 hacía viajes agotadores y le tocaba pronunciar docenas de discursos, el presidente Roosevelt se sentaba cómodamente en su propio estudio y tenía la seguridad de contar con una multitud de oyentes.
Ganó la nominación para la candidatura a la presidencia por el partido Demócrata en 1932, pronunció cuatro discursos por la radio nacional ocasionándole una aplastante derrota a su adversario republicano Herbert  Hoover.
El nuevo mandatario al asumir el cargo se encontró con la crisis más infame que presidente alguno hubiese padecido desde el gobierno de Abraham Lincoln.
La economía se había reducido a la mitad, de 100.000 millones a 55.000 millones, el desempleo había subido de 4% al 25% y de cada cuatro estadounidenses, uno no tenía trabajo.
La debacle económica, reclamaba un gran líder, las recesiones, las depresiones, los booms, los flujos y los reflujos de este ciclo, afectaban a una administración en la que el presidente no podía hacer gran cosa.

Sin embargo el entusiasmo de Roosevelt, logró encender la fe y engendrar un sentimiento de esperanza y optimismo mediante sus palabras para llevar a los Estados Unidos de vuelta a sus buenos tiempos.

El New York Times, publicó que FDR, en su discurso inaugural a la audiencia nacional, les dijo:”A lo único que debemos temer, es al temor mismo, al temor innominable, irracional, injustificado que paraliza los esfuerzos necesarios para transformar la retirada en avanzada”.

Mientras el pronunciaba estas palabras, el sistema bancario se derrumbaba y desde 1929 hasta 1932,  cinco mil bancos quebraron, y como no había seguro para los depósitos, nueve millones de cuentas de ahorro se habían esfumado.

Roosevelt decidió cerrar todos los bancos por cuatro días y en menos de 24 horas logró que el Congreso aprobara una ley de emergencia bancaria que permitía la reorganización y eventual apertura de estos en todo el país.

El 12 de Marzo de 1933, su medida de gobierno tuvo un éxito asombroso, los bancos abrieron, las cuentas se reactivaron, se acabó el pánico y el sistema sobrevivió.

El historiador David Kennedy en su libro “FREEDOM FROM FEAR”, lo consideró así;” con una voz a la vez autoritaria y protectora, imperiosa e íntima, tranquilizó los nervios de la nación”.

Edwin Hill, escribió:”Fue como si un padre sabio y amable se hubiese sentado a conversar compasiva y afectuosamente con sus hijos, ansiosos y preocupados”.

Eleonor Roosevelt, su esposa decía que mientras otros presidentes hablaban en lenguaje digno, exaltado y presuntuoso, el lo hacía en un tono familiar, amistoso y simple.

Miles de cartas llegaban a la presidencia en manifestación de agradecimiento a su mandatario, incluso una carta decía, Usted nos llama amigos al aire y espero que no me considere presuntuoso si yo firmo “su amigo”.
Estableció programas como la preservación del medio ambiente, la ley de ajuste agrícola, la ley nacional de relaciones industriales, reformó la economía y combatió la depresión.

Durante su campaña reelectoral de 1936, Roosevelt, acusó a los republicanos de haber llevado al país, “gobiernos que no veían nada, no oían nada y no hacían nada” y con una nueva victoria aplastante derrotó al republicano Alfred Landon, por 11 millones de votos.
Entre Septiembre del 39 y Octubre del 41, en sus charlas junto al fuego, como él las llamaba, expresaba el peligro que representaban la Alemania Nazi y el Japón imperial, atacaba insistentemente el crecimiento del fascismo  en Europa, fue así, como fue sacando a Norteamérica del aislacionismo y la fue introduciendo en la segunda guerra mundial.

Expresaba:”Entrar en guerra es por supuesto, el mayor sacrificio que un gobierno puede pedir a su pueblo, implica no solo el sacrificio del dinero, sino también la pérdida de vidas humanas”.

Presionó al Congreso para abolir la ley de neutralidad y se autorizara la venta de armas a los países aliados y en un discurso a la nación les dijo:” Hasta las 4.30 de la mañana, estuve esperando en vano un milagro que pudiera evitar otra guerra devastadora en Europa y poner fin a la invasión de Polonia por parte de Alemania y por más apasionados que seamos de mantenernos al margen, estamos obligados a darnos cuenta , que cada palabra que surca el aire, cada barco que navega los mares, cada batalla librada, afecta nuestro futuro, incluso a alguien neutral no se le puede impedir que cierre su conciencia”.
Logró asignaciones para la defensa y se incorporaron al ejército 1.2 millones de reclutas y 800 mil reservistas adicionales.

Llegó el tercer mandato y como Estados Unidos estaba al borde de la guerra en un discurso a sus conciudadanos habilidosamente expresó:”Mi conciencia no me dejará dar la espalda al llamado de la Nación” y esto lo llevó a derrotar a su contrincante republicano Wendell Willkie.
Inauguró el tercer mandato con estas palabras:” Los amos nazis de Alemania han dejado en claro, que ellos pretenden no solo dominar toda vida y pensamiento en su propio país sino también esclavizar a toda Europa y luego usar sus recursos para esclavizar el resto del mundo.

Un destructor norteamericano se vio envuelto en un choque con un submarino alemán,  fue cuando el presidente se dirigió nuevamente a la nación con estas palabras:” El submarino alemán disparó contra el destructor sin advertencia y con el designio deliberado de hundirlo, no podemos tratar con proscriptos internacionales que atacan nuestros barcos y matan a nuestros ciudadanos, cuando uno ve una serpiente de cascabel, erguida para atacar, no esperes hasta que ataque para aplastarla, estos sub marinos nazis son la serpiente de cascabel del Atlántico, su mera presencia en aguas que los Estados  Unidos consideran vitales para su defensa, constituye un ataque, por lo tanto llegó el momento de actuar”.
Este incidente y el ataque japonés a Pearl Arbor el 7 de Diciembre de 1941 fueron los que obligaron a Franklin Delano Roosevelt y a Estados Unidos a declararse en guerra contra las potencias del eje,  Alemania, Japón e Italia y se estableció la cooperación con otros países como Francia, Inglaterra y Rusia, creándose así,  LOS FAMOSOS EJERCITOS ALIADOS, que combatieron durante la Segunda Guerra Mundial.

Bibliografía:
La otra historia de los Estados Unidos. Howard Zinn
Juegos de Poder. Dick Morris.
Wikipedia.

Abelardo Giraldo. 02/11/12.