La humanidad hoy esta temerosa de muchas cosas y es por eso que cada día se apresta a reaccionar de alguna forma.
Hay miedo a los desastres venideros y anunciados, a los sistemas políticos, a la perversión de las instituciones, a la globalización, al neoliberalismo, a los sistemas bancarios, a los organizadores del nuevo orden mundial, etc.
Un país no puede vivir tranquilamente al borde de un precipicio.
Estamos viviendo peor de lo que vivieron nuestros padres, porque ahora nos corresponde cubrir el despilfarro de nuestros gobiernos y las exigencias de los préstamos hechos a nuestros países.
Esta semana leía sobre la crisis económica en España y un periodista de nombre Roberto Centeno expresaba que la alcaldesa de Madrid tenía 1500 asesores con un sueldo de 46.000 euros cada uno, 200 automóviles oficiales a su servicio y que recientemente había solicitado 200 más.
Que diremos de nuestro país en donde se cuenta por cientos de miles, la burocracia que se incrementa cada año.
No se respeta la naturaleza, se talan indiscriminadamente los árboles que oxigenan nuestro planeta, se envenenan las aguas en busca de minerales para engrosar las usureras arcas de las multinacionales. En Colombia, durante el gobierno pasado informan que se vendieron 38 títulos que contaminarán las aguas de los ríos, en más de 40.000 hectáreas.
Según Gabriel Muyoy, director del programa presidencial para asuntos indígenas, el 40% de estas comunidades está aguantando física hambre, la violencia, la tala de bosques, los cultivos ilícitos, grupos irregulares y el asentamiento de las transnacionales que les han usurpado sus tierras para la explotación minera, los han venido confinando a la cima de las montañas.
Permanecen encerrados sin poder salir a cazar o a pescar, no pueden cultivar por miedo a las minas antipersonales, para muchos la comida normal es el banano y una que otra vez un caldo, cuando logran conseguir un pescado de algún río que todavía no hubiese sido contaminado.
Indígenas del Chocó, Guainía, Vichada y Putumayo, son los más afectados. Según el Gobernador del Chocó 8.000 niños indígenas están en riesgo de morir por inanición.
Nos hace recordar esta situación la época cruel de la conquista cuando un verdugo español le decía a su ejército de invasores, “Matad al indio y salvad al rey”.
Se acabó la clase media, esa clase la están representando ahora los narcotraficantes, solamente hay ricos y pobres, los pequeños industriales o comerciantes de poca monta jamás podrán progresar, serán muchas las limitaciones y barreras.
Nos seguirán subiendo el IVA., y los verdaderos ricos, continuarán como siempre, exentos de la mayoría de los impuestos.
Ese monstruo cuyas caras son los partidos políticos, nos congelarán primero y recortarán después, el sistema de pensiones.
Se restringirán las prestaciones y habrá rebajas salariales. Recortarán los beneficios por sanidad, se incrementará el copago por servicios médicos, urgencias y estancias hospitalarias, subirán el impuesto a los bienes inmuebles y a toda clase de servicios municipales.
Este, es el apocalíptico fin del mundo para nosotros y nuestras familias.
Podríamos repetir las palabras de Jesús cuando se dirigía a los fariseos, nosotros le diríamos a los políticos, lo mismo, “Hipócritas, por fuera sois como sepulcros blanqueados, hermosamente diseñados, pero por dentro no son más que huesos de muerto y podredumbre”.
De aquí en adelante las nuevas generaciones vivirán peor, con menos sueldos, con menos ventajas y con menores expectativas sociales.
Ahora, que les parece, el horror que produce la televisión, antiguamente para ver la sangre se requería ir al circo romano, hoy la vemos todos los días en nuestros hogares a través de este medio y se ha convertido en elemento de complacencia, las imágenes de espanto se nos han venido transformando en escenas de entretenimiento, fenómeno lúdico que llega a los más bajos instintos del ser humano.
La TV., se utiliza para decirnos muchas mentiras y se nos condiciona, nos banalizan y nos degradan, reduciéndonos simplemente a “consumidores”.
Solzhenytsin dijo que “La televisión en su medio siglo de existencia ha hecho más daño que las dos guerras mundiales juntas, con sus bombas atómicas, puesto que la televisión mata el alma”. Y concluía que “Ser nada en la realidad de nadie, es ser alguien en Televisión”.
La televisión rapta nuestra imagen y la malversa, nos produce intoxicación intelectual, ceguera ontológica y nos hace creer en una verdad convencional creada a través de una continua difusión de ficciones.
Muchas personas que al no querer saber nada de las necesidades del espíritu, inmersos en un nihilismo atroz, se saturan de información sobre frívolos conflictos y relaciones de personas que no les conciernen en absoluto. Lamartine, refiriéndose a esta banalidad social, expresó:” Un pueblo sin alma es solo una multitud”.
En nuestra querida Colombia la televisión nos transmite con bombos y platillos, floridas campañas políticas, desfiles de reinas, partidos de fútbol, telenovelas por doquier, marchas militares y cuenta chistes, programas en los que muchos se refugian placenteramente y así no hubiesen digerido alimento alguno desde el día anterior, ríen con estrépito.
Debemos ilustrar a estas personas para que se aparten de esas distracciones estúpidas, que vislumbren el hecho de estar viviendo en la oscuridad y hacedles ver, que por eso, son tan vacíos, despojados de cualidades y potencialidades, ayudarles a descubrir, los tesoros internos que hay latentes, en cada uno de los individuos.
Tenemos conocimiento además que existen organizaciones mundiales falsas, soberbias y prepotentes cuyos líderes son los que diseñan el nuevo desorden internacional y creen mover los hilos de la historia.
Estas convenciones internacionales, son dirigidas por una, dos o tres potencias y el resto de integrantes son meras comparsas.
Terror sentimos cuando nos hablan de illuminatis, Masones, Francmasones, Club de Roma, Mesa Redonda, Bilderberg, grupo Trilateral, Morgan, Rothschild, Rockefeller, etc.
Estos, nos prefabricaron una tragedia económica mundial y vienen cargando el peso de esta crisis sobre los más pobres.
Si a todo esto le agregamos también la desbordada corrupción de nuestros gobiernos locales, les comento que estamos llegando al fin.
Los diarios nacionales publicaron hoy 19 de Junio, que el Gobernador, Héctor Fabio Useche en compañía de 11 personas más, lograron apropiarse de $l07.000 millones de pesos, por contratos irregulares en la Industria de Licores del Departamento del Valle.
Mientras esto ocurre, escuelas de algunos pueblitos de la cordillera, están a punto de ser cerradas por falta de presupuesto para pagar profesores.
Las esperanzas de un mundo mejor, se harán cada vez más inalcanzables si continuamos caminando en forma frívola, anodina y sin lógica, despertemos.
Hay miedo a los desastres venideros y anunciados, a los sistemas políticos, a la perversión de las instituciones, a la globalización, al neoliberalismo, a los sistemas bancarios, a los organizadores del nuevo orden mundial, etc.
Un país no puede vivir tranquilamente al borde de un precipicio.
Estamos viviendo peor de lo que vivieron nuestros padres, porque ahora nos corresponde cubrir el despilfarro de nuestros gobiernos y las exigencias de los préstamos hechos a nuestros países.
Esta semana leía sobre la crisis económica en España y un periodista de nombre Roberto Centeno expresaba que la alcaldesa de Madrid tenía 1500 asesores con un sueldo de 46.000 euros cada uno, 200 automóviles oficiales a su servicio y que recientemente había solicitado 200 más.
Que diremos de nuestro país en donde se cuenta por cientos de miles, la burocracia que se incrementa cada año.
No se respeta la naturaleza, se talan indiscriminadamente los árboles que oxigenan nuestro planeta, se envenenan las aguas en busca de minerales para engrosar las usureras arcas de las multinacionales. En Colombia, durante el gobierno pasado informan que se vendieron 38 títulos que contaminarán las aguas de los ríos, en más de 40.000 hectáreas.
Según Gabriel Muyoy, director del programa presidencial para asuntos indígenas, el 40% de estas comunidades está aguantando física hambre, la violencia, la tala de bosques, los cultivos ilícitos, grupos irregulares y el asentamiento de las transnacionales que les han usurpado sus tierras para la explotación minera, los han venido confinando a la cima de las montañas.
Permanecen encerrados sin poder salir a cazar o a pescar, no pueden cultivar por miedo a las minas antipersonales, para muchos la comida normal es el banano y una que otra vez un caldo, cuando logran conseguir un pescado de algún río que todavía no hubiese sido contaminado.
Indígenas del Chocó, Guainía, Vichada y Putumayo, son los más afectados. Según el Gobernador del Chocó 8.000 niños indígenas están en riesgo de morir por inanición.
Nos hace recordar esta situación la época cruel de la conquista cuando un verdugo español le decía a su ejército de invasores, “Matad al indio y salvad al rey”.
Se acabó la clase media, esa clase la están representando ahora los narcotraficantes, solamente hay ricos y pobres, los pequeños industriales o comerciantes de poca monta jamás podrán progresar, serán muchas las limitaciones y barreras.
Nos seguirán subiendo el IVA., y los verdaderos ricos, continuarán como siempre, exentos de la mayoría de los impuestos.
Ese monstruo cuyas caras son los partidos políticos, nos congelarán primero y recortarán después, el sistema de pensiones.
Se restringirán las prestaciones y habrá rebajas salariales. Recortarán los beneficios por sanidad, se incrementará el copago por servicios médicos, urgencias y estancias hospitalarias, subirán el impuesto a los bienes inmuebles y a toda clase de servicios municipales.
Este, es el apocalíptico fin del mundo para nosotros y nuestras familias.
Podríamos repetir las palabras de Jesús cuando se dirigía a los fariseos, nosotros le diríamos a los políticos, lo mismo, “Hipócritas, por fuera sois como sepulcros blanqueados, hermosamente diseñados, pero por dentro no son más que huesos de muerto y podredumbre”.
De aquí en adelante las nuevas generaciones vivirán peor, con menos sueldos, con menos ventajas y con menores expectativas sociales.
Ahora, que les parece, el horror que produce la televisión, antiguamente para ver la sangre se requería ir al circo romano, hoy la vemos todos los días en nuestros hogares a través de este medio y se ha convertido en elemento de complacencia, las imágenes de espanto se nos han venido transformando en escenas de entretenimiento, fenómeno lúdico que llega a los más bajos instintos del ser humano.
La TV., se utiliza para decirnos muchas mentiras y se nos condiciona, nos banalizan y nos degradan, reduciéndonos simplemente a “consumidores”.
Solzhenytsin dijo que “La televisión en su medio siglo de existencia ha hecho más daño que las dos guerras mundiales juntas, con sus bombas atómicas, puesto que la televisión mata el alma”. Y concluía que “Ser nada en la realidad de nadie, es ser alguien en Televisión”.
La televisión rapta nuestra imagen y la malversa, nos produce intoxicación intelectual, ceguera ontológica y nos hace creer en una verdad convencional creada a través de una continua difusión de ficciones.
Muchas personas que al no querer saber nada de las necesidades del espíritu, inmersos en un nihilismo atroz, se saturan de información sobre frívolos conflictos y relaciones de personas que no les conciernen en absoluto. Lamartine, refiriéndose a esta banalidad social, expresó:” Un pueblo sin alma es solo una multitud”.
En nuestra querida Colombia la televisión nos transmite con bombos y platillos, floridas campañas políticas, desfiles de reinas, partidos de fútbol, telenovelas por doquier, marchas militares y cuenta chistes, programas en los que muchos se refugian placenteramente y así no hubiesen digerido alimento alguno desde el día anterior, ríen con estrépito.
Debemos ilustrar a estas personas para que se aparten de esas distracciones estúpidas, que vislumbren el hecho de estar viviendo en la oscuridad y hacedles ver, que por eso, son tan vacíos, despojados de cualidades y potencialidades, ayudarles a descubrir, los tesoros internos que hay latentes, en cada uno de los individuos.
Tenemos conocimiento además que existen organizaciones mundiales falsas, soberbias y prepotentes cuyos líderes son los que diseñan el nuevo desorden internacional y creen mover los hilos de la historia.
Estas convenciones internacionales, son dirigidas por una, dos o tres potencias y el resto de integrantes son meras comparsas.
Terror sentimos cuando nos hablan de illuminatis, Masones, Francmasones, Club de Roma, Mesa Redonda, Bilderberg, grupo Trilateral, Morgan, Rothschild, Rockefeller, etc.
Estos, nos prefabricaron una tragedia económica mundial y vienen cargando el peso de esta crisis sobre los más pobres.
Si a todo esto le agregamos también la desbordada corrupción de nuestros gobiernos locales, les comento que estamos llegando al fin.
Los diarios nacionales publicaron hoy 19 de Junio, que el Gobernador, Héctor Fabio Useche en compañía de 11 personas más, lograron apropiarse de $l07.000 millones de pesos, por contratos irregulares en la Industria de Licores del Departamento del Valle.
Mientras esto ocurre, escuelas de algunos pueblitos de la cordillera, están a punto de ser cerradas por falta de presupuesto para pagar profesores.
Las esperanzas de un mundo mejor, se harán cada vez más inalcanzables si continuamos caminando en forma frívola, anodina y sin lógica, despertemos.
Por: Abelardo Giraldo. 06/19/12