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El extractivismo minero energético, los monocultivos y la deforestación, considerados como despojo público

Texto de Abelardo Giraldo

Esta semana tuvo lugar en la ciudad de Cali, un foro organizado por la Universidad Javeriana, sobre las nefastas consecuencias que estas prácticas ocasionan a la sociedad y al medio ambiente, incluyendo la continua violación a los derechos humanos.

Colombia ocupa el 3er lugar después de Nicaragua y Honduras, donde más se asesinan líderes sociales,  donde, se considera el interés particular por encima del interés nacional y le otorgan a la destrucción de la naturaleza, un falso uso de  utilidad pública.

La utilidad privada no es más que un despojo público, privatizar todo, mercantilizar todo, incluso los derechos sociales como las pensiones, serán excluidas de la nueva constitución próxima a salir en Chile, para el 4 de septiembre de este año, bajo el gobierno de Gabriel Boric. 

En este foro, los representantes de Ecuador, Chile y Méjico, insisten en que la minería no es de utilidad pública y hay que combatirla a través de un decreto supremo, porque cuando se autoriza este tipo de explotación, no se hacen  consultas previas, por lo tanto, se afecta el medio ambiente y además se violan los derechos humanos.

Este tipo de explotación es propia de intereses de élite amparadas por gobiernos despóticos y la superponen por encima de las necesidades sociales y el cuidado de la naturaleza.

Este modelo neoliberal lo que hace es profundizar la desigualdad y generar una absorbente destrucción de la naturaleza. Es considerada maldita esta práctica en Chile, ahora que la volvieron privada y  afectó a 50 comunidades que actualmente padecen de una impresionante escasez hídrica.

La nueva constitución chilena, tendrá en cuenta las demandas de la sociedad y los pueblos, la desprivatización del agua, la titularidad de la naturaleza y un movimiento socio ambiental establecerá cánones obligatorios sobre los derechos naturales en la defensa de la tierra. 

El neoliberalismo dejó por fuera la relación intrínseca que existe entre lo espiritual y lo material, o sea la sagrada relación del ser humano con la tierra, que defendían tanto nuestros ancestros.

Nosotros debemos ser voz de resistencia a ese maldito extractivismo minero, que tiene a muchos departamentos como el Cauca al borde del precipicio social.

El extractivismo, nos ha traído miseria, humillación, violencia y es ocasionado por yihadistas ambientales que, amparados bajo el slogan de política social del estado, patrocinan estas letales prácticas para las naciones.  Gobiernos y empresarios que promueven en sus regiones la megaminería, no están siendo sinceros con el pueblo, los engañan hablándoles de regalías, de derechos humanos, de democracia y ocultan con mentira, engaño y trampas, las verdaderas y crueles consecuencias que esta práctica deja en los países.

Líderes sociales, profesores y activistas, indígenas, negros y minorías étnicas están contra esta práctica y hacen un llamado a la resistencia epistémica y política que nos hará más libres si luchamos contra la megaminería y terminaremos privilegiando la diversidad de mundos posibles y existentes.

El extractivismo minero pone en riesgo a la sociedad, es un modelo que podríamos considerar autónomo de clases dominantes, porque se basa en la extracción de recursos naturales. 

Ocasiona preocupaciones ambientales como cambio climático, agotamiento del suelo, deforestación, pérdida de la soberanía alimentaria, disminución de la biodiversidad y lo más preocupante la contaminación del agua. Fuera de lo anterior, trae implicaciones sociales y políticas que incluyen, violación a los derechos humanos, condiciones laborales inseguras y la desigual distribución de la riqueza.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico “OCDE”, concluye que es necesario tomar una decisión coordinada e inmediata si queremos evitar el riesgo de que la temperatura global aumente hasta los 6 grados, que nos haga imposible la vida en el planeta.

Según Simón Upton, director del  medio ambiente de la “OCDE” señaló que los gobiernos deberán tomar medidas medioambientales urgentes y ya, para evitar el colapso de la existencia humana y animal.

Los  Monocultivos.- Esta práctica consiste en dedicar grandes extensiones de tierra cultivable a una única especie vegetal.

Los monocultivos generan pérdida de biodiversidad, porque mientras más biodiversidad exista, no solo la región será más rica sino más sostenible. Cuando se sustituyen las especies vegetales por una sola, todos los animales que se sustentaban en esas plantas, desaparecerán.

La no diversificación produce una rápida dispersión de enfermedades y aparición de plagas, cuando un cultivo es uniforme es más proclive a ser susceptible de elementos patógenos, se altera el ciclo hidrológico ocasionando la disminución y agotamiento de las fuentes de agua así como el aumento de las inundaciones y deslizamientos, puesto que se sustituye la vegetación local generando la alteración de causas naturales.

Se degradan los suelos, porque si se cultiva siempre lo mismo, los nutrientes desaparecen mucho más rápido, “A menos nutrientes, menos vegetación y a menos vegetación, más degradación”. Desaparecen las culturas locales y tradicionales, dependientes de los ecosistemas originales.

Se disminuyen las fuentes de empleo en zonas de tradición agropecuaria, por ejemplo en los llanos del Departamento del Meta, en la parte donde se cultiva solo la palma de aceite, de que van a subsistir las poblaciones locales, se deteriora el paisaje, donde antes veíamos bosques, pastos o matorrales, ahora solo vemos un montón de arbolillos idénticos.

La Deforestación.- La deforestación es provocada por la actividad humana, que incluye tala de árboles y quemas, destruyendo la superficie forestal de cualquier tipo de medio ambiente, ya sea por motivos de la industria maderera, la obtención de suelos para la agricultura o bien para fines de explotación minera o ganadería respectivamente.

Con talar árboles y no reponerlos, le estamos haciendo un gran daño al hábitat porque al instante se registra la pérdida de la biodiversidad.

La deforestación crea un efecto importante en la fijación de dióxido de carbono, se erosiona el suelo con mayor frecuencia y conlleva a que las superficies sean tierras de escasa o nula producción.

Las consecuencias que describe la deforestación son el resultado de dejar suelos desérticos o áridos. Son árboles y vegetación los que recubren el suelo, sin ellos la calidad del suelo se va eliminando por completo, va quedando desnudo, sin protección y con características similares a un desierto, gracias a las condiciones extremas que produce el calor, el viento y el agua de lluvia.

El agotamiento de los recursos naturales puede ocasionar grandes cambios a nivel macroeconómico, el petróleo tiende a acabarse y los países que se consideran ricos, que pasará con ellos cuando el petróleo se les acabe.

Los estados tienen que impulsar el cambio paulatino hacia nuevos métodos de producción y de abastecimiento de energía, basándose en energías limpias y renovables, la reutilización, el reciclaje, el desarrollo sostenible y el respeto por el medio ambiente.

Aunque gobiernos y grandes corporaciones nos hacen ver esto como una gran utopía.


Abelardo Giraldo.

04/12/2022.