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La inteligencia artificial “IA”

Texto de Abelardo Giraldo López

“Temo el día en el cual la tecnología sobrepase nuestra interacción humana. El mundo tendrá una generación de idiotas”. Albert Einstein.

La inteligencia artificial es la capacidad de resolver problemas y la conciencia es la capacidad de sentir dolor, alegría, amor e ira.

En los humanos la inteligencia va de la mano con la conciencia. El peligro es que, si invertimos demasiado en desarrollar la inteligencia artificial y muy poco en desarrollar la conciencia humana, la IA muy sofisticada de los ordenadores solo servirá para fortalecer la estupidez natural de la humanidad.

Por cada dólar y cada minuto que invertimos en mejorar la “IA” sería sensato invertir un dólar y un minuto en promover la conciencia humana.

Los algoritmos de macrodatos podrían acabar con la libertad, lograrán al mismo tiempo crear las sociedades más desiguales que jamás hubiesen existido, toda la riqueza y todo el poder podrían estar concentrados en manos de una élite minúscula, mientras que la mayoría de la gente sufriría, no la explotación, sino algo mucho peor, “la irrelevancia”-

En la situación actual la gente lleva vida cada vez más solitaria en un planeta cada vez, más conectado. Se hace necesario fortalecer nuestro tejido social y hacer que el mundo esté más unido. Las comunidades físicas tienen una propiedad que las comunidades virtuales no podrán igualar.

Existen algoritmos que pueden ser manipulados para torcer unas elecciones políticas con asombrosa precisión, como el software utilizado en Colombia y cuyo contrato viene renovándose por parte de la Registraduría Nacional desde hace 20 años con la misma empresa, según el Senador Ariel Ávila. Los partidos para curarse de trampas electorales requieren fiscalizar en forma rigurosa ese sistema operativo.

El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, nos comenta en una de sus obras titulada “la infocracia, que la IA proyecta serios trastornos al proceso democrático porque la están utilizando para producir noticias falsas y discursos de odio que influyen negativamente en la información de la opinión pública, los ejércitos de troles intervienen en las campañas y apuntalan la desinformación. Mediante la psicometría y la psicopolítica digital, se intenta influir en el comportamiento electoral y evitar las decisiones conscientes.

Ahora mismo, los algoritmos te están observando, ven a donde vas, que compras, con quien te ves, pronto supervisarán todo tu dinero, tu respiración y los latidos de tu corazón.

Para llegar a conocerte cada vez mejor, se basan en macrodatos o en el aprendizaje automático y cuando estos algoritmos te conocen mejor de lo que te conoces tú, lograrán controlarte y manipularte, poco podrás hacer al respecto, vivirás en una matrix.

Al final se trata de una cuestión empírica sencilla, si los algoritmos entienden de verdad, lo que ocurre dentro de ti, mejor que tú mismo, la autoridad pasará a ellos.

Desde luego podrás ser perfectamente feliz, cediendo toda la autoridad a los algoritmos y confiando en ellos para que decidan por ti y por el resto del mundo. Si es así, limítese a relajarse y disfrutar del viaje, no es necesario que hagas nada, los algoritmos se encargarán de todo.

Si en cambio quieres conservar cierto control de tu existencia personal y del futuro de la vida, tendrás que correr más de prisa que los algoritmos, más que Amazon y el Gobierno, no conseguir conocerte a ti mismo, antes que lo hagan ellos.

¡Que queda del hombre, en una sociedad manejada por robots y por inteligencia artificial? Que queda del trabajo en un contexto en el que las vacaciones ya no son estables, los trabajos no se sostienen en el tiempo, la automatización inteligente avanza sin cesar y la noción de “carrera profesional” tiende a desaparecer.

En la vida actual, hay más inquietud, confusión y desorientación, hoy el individuo se ha liberado de una vida cargada de sentido, hoy se ha liberado de su sexo, de su patria, de su cultura e incluso de su familia.

Es demasiado decir que los jóvenes transmiten cultura a sus mayores, estaríamos insultando una noción tan noble como es la cultura. ¿Qué podrán enseñar los jóvenes a sus mayores? La configuración de su teléfono, la configuración de un perfil en la red social del momento, la forma de encender una computadora y revisar su correo electrónico o las instrucciones para que un anciano pueda manejar un cajero automático.

Quizá en el siglo XXI, las revueltas populistas se organicen, no contra una élite económica que explota a la gente, sino contra una élite económica que ya no los necesita, esta podría ser una batalla perdida, es mucho más difícil luchar contra la irrelevancia que contra la explotación.

El sensor biométrico que la gente en un futuro próximo llevará sobre su cuerpo o dentro del mismo, se convertirá en procesos biológicos de información electrónica que los ordenadores almacenarán y analizarán. Dados los suficientes datos biométricos y la excelente potencia de cómputo, los sistemas externos de procesamiento de datos, pueden acceder a todos nuestros deseos, decisiones y opiniones. “Son capaces de saber con exactitud, quienes somos”.

En la forma actual, la democracia no sobrevivirá a la fusión de la biotecnología y la info-tecnología o bien se reinventará a sí misma con éxito, de una forma radicalmente nueva o bien los humanos acabarán viviendo en dictaduras digitales.

Abelardo Giraldo López.

11/19/2023.