Corría el año 1821 y
en Rusia, 40 millones de campesinos eran maltratados o gobernados con puño de
hierro, por un Zar y un grupo de élite,
aristocrático y terrateniente.
Fue el 11 de
Noviembre de ese año cuando en la fría ciudad de Moscú, vino al mundo nuestro querido escritor Fiodor
Mijailovich Dostoyevski., quien después fuera uno de los más grandes literatos
de la humanidad, supremamente realista, como también lo fue su contemporáneo León
Tolstoi.
Quiero hacer una
remembranza un poquito pormenorizada de lo que fue la vida y la obra de este
gran hombre de las letras.
Los biógrafos nos
dicen que su padre, además de ser médico era un prominente terrateniente, duro
de carácter y tremendamente irascible,
formaba parte de las clases sociales más altas y adineradas en la antigua ciudad de Moscú.
Fuera del trato cruel
que le infringiera su padre, Fiódor adolescente, empezó su calvario, tenía 15
años cuando falleció su madre y en la primavera de 1839 cuando el joven
solamente frisaba los 19 años, su progenitor
fue asesinado por un grupo de campesinos que se rebelaron contra él.
Una terrible
diferenciación de clases imperaba en la Rusia de entonces y ahí fue cuando Dostoyevski,
empezó a analizar al hombre, llegando a la conclusión de que, “El
ser humano es un misterio, poseedor de una trágica alma humana llena de
conflictos personales.”
Se inició como
escritor y en la década de los 40 escribe “Pobres Gentes”, la cual lo convirtió
en una celebridad y muchas organizaciones campesinas empezaron a llamarlo para
intercambiar criterios, corriente
ideológica que los fue conduciendo hacia el pensamiento socialista.
Esto hizo que el 23
de Abril de 1849, las tropas del Zar lo cogieran preso, con cargos de
incitación a la rebelión, y cuando llevaba 11 meses de prisión, fue sacado en
compañía de 12 prisioneros ante el pelotón de fusilamiento en la plaza Smirnoff,
pero cuando los soldados se disponían a dispararle a los primeros 3 condenados,
anteriores a Fiódor, entró un mensajero
con la misiva de que el Zar les conmutaba la pena de muerte por trabajos
forzados en Siberia.
Allí, habitando una
inmunda barraca, ruidosa, sórdida y maloliente le tocó convivir con 40 reos,
delincuentes de verdad, la mayoría asesinos y ladrones, de los cuales el
escritor dijo en sus obras “aquí los presos huelen como cerdos y somos
obligados a actuar como cerdos”.
Como Fiódor, poseía una profunda concepción
cristiana, descubrió en aquellos hombres de dura coraza algunos rasgos de
humanidad y llegó a concluir, que “el paso imprescindible para trascender la
espiritualidad, era el sufrimiento.”
Convivió con más
asesinos que cualquier otro escritor.
Durante su estadía en
Siberia empezó a sufrir de epilepsia y al cumplir cuatro años de trabajos
forzados fue absuelto, tenía nuestro querido escritor 37 años de edad, cuando le ocurre algo extraordinario en su vida, se
enamora de una mujer que padecía de tuberculosis, María Dimitrievna, viuda de
un profesor, con la que contrae matrimonio en el año de 1859, en esa ocasión él
expresó; “Hacemos muy buena pareja ella
tuberculosa y yo pobre y enfermo de epilepsia”.
Regresa a San
Petersburgo libre y felizmente casado, allí reside un tiempo, hasta que le toca
salir huyendo del acoso de los acreedores y en 1862 se dedica a viajar por las
grandes capitales europeas donde empieza a relacionarse con distinguidas e
inteligentes damas, es cuando conoce a Paulina Suslova, incesantemente
deseable, se engancha con ella, pero encuentra que era, apasionada, exigente,
frívola, mezquina y dominante.
Esta, lo envía a
conseguir dinero y el profundamente enamorado se encierra en un garito de
juegos de azar, practicando lo que había aprendido estando preso, la ruleta
rusa, allí permaneció por espacio de 5
días, recogió sus humildes ganancias y fue a encontrarse con ella, pero Paulina
se cansa de esperarlo en París y lo abandona fugándose con un joven amante
español.
Aceptando su mala
fortuna como fuente de inspiración creativa, vuelve con su esposa enferma, complementa sus pensamientos para empezar a
escribir, es cuando publica su obra “El
Jugador”, impresionante relato sobre los marginados y los desadaptados.
A sus 42 años regresa
nuevamente a San Petersburgo y su esposa
esta a punto de morir, lo que hace que Fiódor, deprimido y abatido por esa
problemática vida familiar, tenga que
soportar largas e insomnes noches,
tomando café, cuidándola y escribiendo,
es allí, cuando empieza a diseñar “Memorias del Subsuelo”, con tan
extraña coincidencia que al terminar de redactar el último capítulo, ella emite el último
suspiro.
Acobardado por la soledad y la enfermedad de su esposa,
alcanzó a dejar plasmado en esas memorias: “En esta ciudad todo mundo está solo, hemos
nacido muertos, en una ciudad sin corazón y con sus calles infestadas de
peligros”. En esta obra deja registrada toda la maldad, la tragedia y
la fealdad de las pesadillas que acechan
a las ciudades urbanas.
Después inicia una de
sus obras cumbres, “Crimen y Castigo”, la cual es cargada del caos ocasional que
ocurre en la vida de Dostoyevski, aquí relata la historia de Raskólnikov, un asesino
que se pelea con su consciencia. En 1863 se da a la tarea de publicar una
emisión mensual que llamó “Diario de un escritor”, en el cual
moldeaba la sociedad de forma clara, franca y en su ironía antisemita “Hablaba,
de detestables judíos que habían invadido a Rusia”.
Finalmente a los 60
años de edad y cuando Rusia se encontraba al borde de una revolución, salió a
la luz su última obra “Los Hermanos Karamazov” y el 9 de
Febrero de 1881, le dice a su segunda esposa, la taquígrafa Ana Snitkina, que le lea la Biblia y justamente antes de
media noche, una fuerte convulsión epiléptica, le produce una hemorragia
interna, causándole la muerte.
Se dice que en sus
obras, él explora todas las profundidades del alma humana y las
dejó plasmadas para la historia con todo su entramado psicológico. Una
vez dijo de sus esposas, que “a ellas las consideraba como las hijas del
caos”.
Nos enseñó, como el
hombre puede entrar en guerra consigo mismo. En estos días escuchando en la red
una tertulia sobre Dostoyevski, uno de los foristas expresó que sus novelas nos
golpean con la contundencia de una tonelada de ladrillos.
Al parecer este genio
de la literatura Universal, incansable con su pluma, pasó la mayor parte de su
vida escribiendo, dejó para la posteridad entre sus obras más importantes: Los
Hermanos Karamázov, 1879; El Sueño de un hombre ridículo,
1880; Diario de un Escritor, 1876; El eterno adolescente,
1875; El eterno marido, 1870; El jugador, 1867; Crimen
y Castigo, 1866; Humillados y Ofendidos, 1861; Pobres
Gentes, 1846; Prokharchin, 1846; más un sinnúmero
de cuentos, ensayos y majestuosas cartas como, La mansa, La tímida, Bobok, Los demonios,
El cocodrilo, Un trance desagradable, Stephanshikovo y sus
habitantes, La mujer de otro, El ladrón honrado, Un árbol de navidad y su boda,
Novela en nueve cartas, El doble y otros.
Abelardo Giraldo. 10/23/13.