Durante todas las
épocas, los marinos han contado historias sobre las sirenas, entre ellas, que a
veces se observan en la primavera.
Los chinos, los
griegos y los Vikingos, tres culturas diferentes que a través de los siglos han
sostenido la existencia de la misma criatura, incluso Cristóbal Colón, dejó registrado el avistamiento de estos míticos
seres, navegando en compañía de los
delfines.
En el desierto
egipcio, donde una vez existió el mar, aparecieron cavernas con pinturas
rupestres de hace más de 30.000 años, mostrando seres humanos cazando a personas con aletas.
Quiero reproducir a
nuestros lectores, un informe científico que acaba de ser publicado después de
haber estado oculto por espacio de varios años y que se considera como uno de
los descubrimientos antropológicos más importantes en la historia de la
humanidad.
La Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, “NOAA”, en inglés
National Oceanic and Admosféric
Administration., acaba de revelar lo siguiente:
En el año 2004, unos
jóvenes en Washington, conmocionaron la sociedad, al afirmar haber visto algo
insólito, en un masivo varamiento de
ballenas.
Estos se percataron
de un movimiento que no era propio de una ballena y filmaron un video sobre una
criatura, el cual vino a hacerse público hasta ahora y gracias a la difusión
que de esta película está realizando el programa “Animal Planet”.
El Departamento de
pesca de los Estados Unidos al enterarse de esta situación, envió al biólogo
marino Bryan Maccormick, quien en 1999 publicó un estudio sobre los varamientos
masivos de las ballenas y los experimentos militares con Sonar, por parte de la
Armada Norteamericana, los cuales habían sido clausurados en el año 2000.
El Dr. Maccormick y
su equipo sospecharon que la marina había retomado el uso del sonar, “Acción
que sería la causa de la muerte de tantas ballenas”.
Actualmente, dos
miembros del equipo, decidieron revelar lo que la marina descubrió, pero ocultó,
durante varios años.
Se trata del Dr.,
Paul Robertson y la Dra., Rebeca Davis; El Dr. Robertson, asistente de
investigación, menciona que al llegar a
la costa donde se encontraban las ballenas muertas, varios miembros de la
marina, habían cerrado una parte de la playa y usaban trajes protectores, lo que llamó la atención de los
científicos.
La Dra. Rebeca Davis,
informó que nunca había observado tal fenómeno en que las ballenas sangraran
por los oídos. Los científicos decidieron no alejarse de allí, hasta que
examinaran los tejidos orgánicos.
Encontraron además
que los miembros de la marina que llegaron primero, no habían realizado
autopsias ni nada por el estilo, lo que había desconcertado aún más a los
biólogos.
Ellos, llegan a la
conclusión que el alto sonar de la marina había reventado los oídos de las
ballenas, provocando este cementerio costero.
El equipo NOAA,
descubrió que los órganos internos no solo habían colapsado, sino que estaban
destrozados, patrón que se repetía en cada una de las 50 ballenas, según las
muestras.
Bloop: “El misterioso
sonido del fondo del océano”. El Dr. Bryan, se dio cuenta que no solo
necesitaba el tejido para probar su teoría, podrían usar los hidrófonos, que la
NOAA, habían instalado en las vallas de profundidad, para probar el sonido de
la fauna marina o de la actividad sísmica.
Esperaban encontrar
sonidos de ballenas, lo que así fue, pero también había, lo que hoy se conoce
como “EL DETONADOR DE SONAR”, la grabación presentaba el sonido de otro animal,
del cual descubrieron inmediatamente que se trataba de un Bloop, el mismo que
había sido detectado en 1997.
Este fenómeno de la
aparición de ballenas muertas en las costas, fueron aumentando en los meses
siguientes, por lo tanto, se empezó a alertar a la marina, sobre la explosión
sónica.
Además, el Dpto de la
NOAA, comenzó a descubrir otros acontecimientos sobre cuerpos que aparecían con
las ballenas y las autoridades asistían a revisar cada escena de aquellos
incidentes. Por esta razón se solicitó una orden judicial contra la marina y
para resolver el misterio, localizaron al Dr. Rodney Webster, especializado en
comunicación animal, específicamente la relación existente entre ballenas y delfines,
pero este Dr., además de escuchar el sonido de la detonación del sonar,
descubrió un ruido especial que le llamó mucho la atención.
¡Misteriosa criatura
en Suráfrica!. La NOAA llevaba años investigando el misterio de peces con
lanzas clavadas y en el varamiento ocurrido en Suráfrica, más exactamente en la
ciudad del Cabo, se encontró una criatura que se estaba comiendo los cadáveres
de las ballenas, ser que más tarde fue devorado por un tiburón, escualo que
tenía un aguijón de mantaraya enterrado cerca de su boca. Al abrir el tiburón
fue extraída esa criatura, la cual a pesar de no estar en buenas condiciones
fue llevada al laboratorio, recuperándose solo un 30%, se tomaron muestras
del ADN, para establecer la estructura
genética, además se encontró que tenía caninos incisivos y molares, dentadura
omnívora, a diferencia de un mamífero acuático que tiene homodoncia, es decir sus dientes tienen la misma forma y
tamaño.
De las partes que se
recuperaron, la que estaba en mejor estado, era la aleta de su cola, se parecía
a un manatí, se usaron rayos X, descubriéndose que tenía huesos en la cola,
pero el manatí no tiene huesos en esa extremidad.
El cráneo tenía un
agujero en el hueso frontal y se pensó que sería un hueso respiratorio, relacionándolo
con un delfín.
El aguijón de
mantaraya encontrado en el tiburón que devoró a este enigmático ser, encajaba
perfectamente, hueso que había sido claramente esculpido y manipulado, por lo
tanto este espécimen ha aprendido a usar partes de otro animal como
herramienta para capturar peces.
Después se trabajó
con las falanges las cuales no resultaron ser aletas sino manos. Poseía las
mismas caderas de un animal erguido, por otro lado se le encontró un ácido
graso que se mantiene líquido y conserva sus propiedades aislantes en aguas
heladas, nunca antes visto en otro animal.
También encontraron
una hemoproteína que guarda oxígeno en sus músculos y una red de vasos
sanguíneos que mantienen funcionando sus órganos vitales, la MIOGLOBINA,
presente en los mamíferos acuáticos.
La fisiología de la
criatura aportó datos de su comportamiento, se le encontró un vaso que se usa
como reserva de oxígeno y sangre que le permite sumergirse a grandes
profundidades.
La Dra. Leanne
Visser, antropóloga forense del Dpto de evolución humana, reconstruyó la
apariencia de un individuo, basada en los fragmentos de un cráneo y otros
huesos.
Esta restauración
revela que las órbitas de los ojos son más grandes que las de cualquier humano
contemporáneo. Además de poseer una cresta craneal, sus ojos son muy grandes.
Al escanear el cráneo
reconstruido, la Dra., observó la cavidad craneal y descubrió que la parte
usada para interpretar sonidos, tenía un gran tamaño, además, el orificio
estaba conectado a extensos conductos nasales dentro del mismo, revelando así,
la complejidad de sus capacidades acústicas.
La forma del cráneo
tiene la concavidad del melón, masa de tejido graso que permite comunicarse por
los ecos, por lo tanto podía identificar y emitir variedad de sonidos, es decir podría canalizarlos.
Esto indicó a los
científicos que el sonido no identificado
el BLOPP, podría pertenecer a esta criatura.
Al terminar esta
investigación, los científicos tuvieron problemas para sacarla de Suráfrica, la
policía les confiscó todo incluso con la documentación adecuada, alegando que
se trataba de la “CONFISCACION DE UN DESCUBRIMIENTO DE IMPORTANCIA NACIONAL”.
Lo único que les quedó fueron las grabaciones.
Existe una teoría que
habla de los simios acuáticos, la cual menciona que debido a las catástrofes
naturales que vivieron nuestros ancestros, hizo que estos se sintieran más
seguros en el mar, donde podían adquirir alimento, tales como, algas, peces y
otros animales marinos.
Fueron criaturas que
abandonaron la tierra firme, para residir en el mar.
Pero la pregunta que
tenemos para hacernos es: ¿Cuan humana es esta criatura?, ¿De que mamífero
acuático estamos hablando?, ¿Cómo hicieron para ocultarse por tanto tiempo? O
¿Es en realidad una criatura mítica?
Abelardo Giraldo. 12/31/13.