En el año 2018, las estadísticas poblacionales
de los Estados Unidos de Norte América arrojaron un total de 327.2 millones de
habitantes, de los que el escritor alemán Hans
Wilhelm Vahlefeld afirma, son una ensalada de razas que se ha venido
des-europeizando porque esos inmigrantes que antaño, se consideraban hijos
perdidos y se consumían secretamente de nostalgia por el seno materno del viejo
mundo, han ido desapareciendo y los de
hoy se consideran muy americanos.
En el censo de población realizado en 1980, 50
millones de norteamericanos declararon ser de origen alemán. Los primeros
llegaron a Filadelfia el 6 de octubre de 1683 y cuando los Estados Unidos
consiguieron la independencia en 1776, ya vivían en este joven país 250.000
alemanes. La mayoría eran campesinos y artesanos.
Al estallar la primera guerra mundial en 1914,
el número de norteamericanos alemanes era de cinco millones y medio. Los
alemanes le ayudaron a George Washington a luchar contra los ingleses y entre
ellos hubo un general muy distinguido y apreciado por Washington, Bartolomaeus Von Heer. Estos trajeron
a la América, el árbol de navidad, Santa
Claus, los conejos de pascua, las salchichas, las albóndigas redondas que hoy
han sido rebautizadas con el nombre de hamburguesas y hasta nuestros días, la
muy apreciada bebida llamada, Cerveza. Un caricaturista alemán fue el
que se inventó la virtual figura del Tío
Sam.
En abril de 1917, los Estados Unidos declararon
la guerra a la Alemania Imperial, desencadenándose una encarnizada persecución
a los norteamericanos alemanes, a quienes se les acusaba de espías y traidores
a la patria, la muerte de 70 caballos del ejército en Kentucky, se atribuyó a
que los germánicos habían envenenado los pozos, empezaron a llamarlos seres sin
patria, bebedores de cerveza y aguardiente, según fanáticos, se prohibía hablar
alemán en la calle, Robert Prager, un
minero de origen alemán y activo socialista, fue arrancado de su casa, se le
puso una bandera de los Estados Unidos en la mano, se le condujo descalzo por
la calle y se le colgó.
Después vino la Segunda Guerra Mundial y por el
año de 1945 la atención se fijó principalmente en los 500 científicos e
ingenieros que fueron hechos prisioneros en Alemania por el ejército de los
Estados Unidos, mediante la operación PAPERCLIP, entre ellos Wernher Von Braun, quien con otros 10
científicos alemanes fueron los artífices del proyecto APOLO 11, que desembarcó
el primer hombre en la Luna. Entre los criminales de guerra detenidos
encontraron a Arthur Rudolph, quien
fue el que participó en la creación del COHETE
V-2 de Nordhausen, este hombre fue además el constructor de los gigantescos
cohetes SATURNO V, que fueron los que hicieron posible la llegada de los
norteamericanos a la Luna.
Luego viene que los alemanes no son los únicos,
existen otros grupos étnicos de los cuales no se oye políticamente nada, son
los suecos, noruegos, holandeses e ingleses, sobreviven como los alemanes en el
folklore, pero no en la política de los Estados Unidos.
Por el año 1885, llegó a New York un Señor
procedente de Alemania cuyo nombre correspondía a Friedrich Trump, de profesión barbero y que venía huyendo de la
pobreza, que esas élites monárquicas los habían sometido. Se instaló en el Bronx y después de casarse con una inmigrante,
tuvo a Freddy Trump, padre de Donald Trump.
Cuando el abuelo del presidente se naturalizó,
en esa época, solo se requería haber vivido 7 años en el país y aportar
testimonio de alguien que diera fe, sobre el buen carácter del aspirante. En 1904, retornó a
Alemania con el fin de establecerse definitivamente, pero las cosas no
resultaron, el príncipe regente, Leopoldo
De Baviera, le negó la estadía en Alemania por haber abandonado el país,
sin haber cumplido con el servicio militar obligatorio, situación que lo hacía
acreedor a perder la nacionalidad alemana. No prestar el servicio militar se consideraba un delito de traición
a la patria, fue deportado y enviado nuevamente a Norteamérica el año de 1905.
A su regreso, a Nueva York, siguió desempeñándose como Barbero, hasta que
inició un pequeño negocio de bienes raíces.
Mary Anne Macleod, más 10 de sus hermanas, habían nacido en un
granja de Tong, un pueblito de Escocia y había llegado a New York, huyendo de la pobreza en 1929.
Antes de los años 20, no había limitaciones migratorias para ingresar a los
Estados Unidos y en su formulario de entrada escribió como profesión, “Criada”.
En New York, conoció a Fred Trump, en una fiesta,
se trataba de un constructor y empresario inmobiliario, se casó con Fred
en 1936, recepción a la que asistieron 25 invitados y realizada en el
hotel Carlyle de Manhattan. Luego se hizo ciudadana en 1942. Tuvieron 5 hijos, siendo Donald
Trump el cuarto de ellos y nacido en 1947.
Doña Mary,
falleció a los 88 años de edad, el año 2000,
apenas un año después del fallecimiento de su esposo. Todo lo anterior
contrasta con lo expresado por el presidente Donald Trump, durante su campaña de 2015, “La afluencia de trabajadores extranjeros, mantiene bajos los salarios,
alto el desempleo y hace que sea difícil para los trabajadores estadounidenses,
ganar un salario de clase media, necesitamos controlar la admisión de nuevos
trabajadores”.
Continuando con el tema de la inmigración
encontramos que a New York también llegaron
infinidad de inmigrantes italianos y uno de ellos llegó a ser gobernador de la
ciudad, Mario Cuomo y este sabía que, para contar con los votos necesarios
para cada elección, solamente necesitaba de los bien organizados ciudadanos
italianos, entre ellos Lee Iacocca,
presidente de la Chrysler y el dinero de las gánsteres y familias
de la mafia, Luchesse, Genovese, Colombo y Gambino.
Después llego la generación judía, los primeros
inmigraron en 1654 procedentes de Brasil,
llamados sefardíes que significa propios de España y Portugal, luego con la
emancipación napoleónica de los judíos,
llegaron de, Baviera, Wurtemberg,
Poznan, Bohemia, Moravia y Alsacia, los Azquenazíes,
o sea, los propios judíos alemanes. Todos se dedicaron a las ventas ambulantes
puerta a puerta, otros a labores del campo, empezaron a nacer dinastías, el
pantalonero, Levi Strauss, fundó la
LEVIS, Marcos Goldman se dedicó a la
banca, los Ochs y Marco Eugene Meyer, fundaron el New
York Times y el Washington
Post. Luego vino una tercera generación judía procedente de Europa Oriental,
especialmente de Rusia, entre estos llegaron los reyes del cine en Hollywood, Samuel Goldwyn, Louis Mayer y
los hermanos Warner e instaron a las
estrellas de cine judías a Anglinizar,
sus nombres Enmanuel Goldemberg, se
convertiría en Edwar Robinson, Bernard Schuartz, en Tony Curtis, Issur Danielovich, en Kirk
Douglas, etc. Hoy en día en los Estados Unidos el antisemitismo ha
muerto. Hoy Norteamérica, está pasando por una transición de estado
multinacional, a estado multirracial; blancos, negros, mulatos y amarillos
coexisten juntos, 240 millones de
estadounidenses son de negros. Los estadistas demográficos establecen que la
población blanca se reducirá a un 57%, en los próximos decenios.
En 1981, se contabilizaron en Estados Unidos,
30 millones de negros, 19 millones de hispanos, y 5 millones de asiáticos. En
California, especialmente en Los Ángeles y en Miami
Florida, los blancos y anglos ya son minoría, según estadísticas del año
2000.
El avance del idioma español, hacia el reconocimiento como segunda lengua
nacional, ya está en marcha, en los aeropuertos de Norte América los mensajes
ya se dan en las dos lenguas.
Bibliografía, El largo adiós de los Estados
Unidos a Europa, de Hans Wilhelm Vahlefeld, y Wikipedia.
Abelardo Giraldo.
07/31/2019.