Texto de Abelardo Giraldo López
Algunos analistas
sobre el terrorismo internacional, han considerado que el terrorista piensa que
mientras pueda hacer daño en el poder material del enemigo, hará que el miedo y
la confusión, provoquen el uso de la fuerza y una reacción de manera
desproporcionada.
Los terroristas
calculan cuando el enemigo enfurecido usa su enorme poder contra ellos,
generará una tormenta política y militar mucho más violenta, que la de los
propios terroristas. En cada tormenta ocurren muchas cosas no previstas, se
cometen errores y atrocidades, la opinión pública titubea, los neutrales
cambian de postura y el equilibrio de poder se desplaza, tenemos como ejemplo
la reciente guerra, “Las muertes de Hamás a Israel, fueron 1.200 y 200
secuestrados, pero la contraofensiva israelí le ha ocasionado hasta ahora, más
de 10.000 muertos, entre los cuales figuran 101 funcionarios de la ONU.
La escritora Yubal
Noah Harari, autora de los best-sellers, “De animales a dioses” y “21
lecciones para el siglo XXI”, afirma que los terroristas se parecen a una
mosca que intenta destruir una cristalería, la mosca es tan débil que ni
siquiera es capaz de mover una simple taza de té, ¿Así pues como destruye una
cristalería?, el recurso de la mosca es, encuentra un toro, se introduce en su
oreja y empieza a zumbar, el toro enloquece de miedo e ira y destruye la
cristalería. Eso ocurrió, después del 11 de septiembre de 2001, cuando los
fundamentalistas islámicos incitaron al toro norteamericano a destruir la
cristalería de Oriente Próximo, ahora medran entre los escombros.
También se considera
por muchos de estos analistas el tema, “El arte perdido de ganar las guerras”,
empezando por Rusia, tiene una población de 150 millones de personas y un PIB de
4 billones de dólares, tanto en producción como en población, queda muy por
debajo de los Estados Unidos que son 350 millones de personas y 19 billones del
PIB o la unión europea que tiene 500 millones de personas y un PIB de 21
billones de dólares. En total Estados Unidos y la Unión Europea, tienen 5 veces
más población que Rusia y 10 veces más billones de dólares en el PIB.
La tecnología rusa,
está basada solamente en la industria pesada y su economía es la venta de
recursos naturales, en particular petróleo y gas. No hay que olvidar que ante
el rumbo que lleva el mundo, la tecnología de la información y la biotecnología,
son más importantes que la industria pesada y Rusia no sobresale en ninguna de
estas.
Las guerras en el
siglo XXI son un negocio improductivo, no brindan garantía absoluta de paz y no
debemos subestimar la estupidez humana, en el plano personal como en el
colectivo, los humanos son propensos a actividades auto destructivas. Sería
ingenuo suponer que la guerra es imposible, incluso si es catastrófica para
todos, no hay Dios ni ley de la naturaleza que nos proteja de la estupidez
humana.
Un remedio potencial
para corregir la estupidez humana sería la humildad, las tensiones nacionales,
religiosas y culturales empeoran, por el sentimiento grandioso de que mi
nación, mi religión y mi cultura, son los más importantes del mundo, de ahí que
nuestros intereses están por encima de los intereses de cualquier otro o de la
humanidad en su conjunto.
Volvamos a Israel, el
texto original del levítico reza: “No te vengues y no guardes rencor contra
los hijos de tu pueblo, amarás a tu prójimo como a ti mismo (levítico 19-18),
aquí se plantea la sospecha de que el levítico solo se refiere a los miembros
de su pueblo”.
Esta sospecha es muy
reforzada por el hecho de que la Biblia ordena a los judíos exterminar a
determinados pueblos como los amalequitas y los cananeos (hoy palestinos), “No
dejarás con vida a nada de cuanto respire” decreta el libro sagrado. “Darás
el anatema a esos pueblos, a los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, hebeos,
como Yahvé tu Dios te lo ha mandado (Deuteronomio 20-16-17), este es unos de
los casos registrados de la historia humana en que el genocidio se presenta
como un deber religioso y coercitivo.
La Biblia está lejos
de ser la fuente exclusiva de la moral humana, aquí aparecen numerosas
actitudes racistas, misóginas y homofóbicas.
Confucio, Lao Tsé,
Buda y Mahavira, establecieron códigos éticos y morales de carácter universal,
muchos siglos antes que San Pablo y Jesús, sin saber nada de la tierra de
Canaám ni de los profetas de Israel. Buda y Mahavira, ya instruían a sus
seguidores para que evitaran hacer daño, no solo a todos los seres humanos sino
a cualquier ser vivo, incluidos los insectos.
Por lo tanto, no
tiene en absoluto ningún sentido, atribuir al judaísmo o a su descendencia
cristiana o musulmana, la creación de la moralidad humana.
Abelardo Giraldo López.
11/12/2023.