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Remembranza bolivariana

Antes de entrar en el contexto de esta evocación histórica, quiero abordar el tema de la violencia, como antecedente, porque fueron estos acontecimientos los que hicieron necesario el surgimiento de un libertador, aunque después de esto, nuestros países hubiesen vuelto a degenerar en nuevos factores de violencia propia de nuestros días.

Encontramos que la violencia como todo fenómeno humano, nace de nuestro ser animal, primero nos empezamos a matar por la posesión de la tierra y ahora nos matamos por el famoso tribalismo, religión, ideologías y predominancia económica y detrás de todo esto, la ambición del poder.

Analicemos esto a través de la historia humana, la violencia surgió con la gran transformación, que hace más o menos 10.000 años, se produjo en todos los rincones del planeta, nos empezamos a matar por la posesión de la tierra y nos seguimos matando por lo mismo.

Situémonos en nuestro país Colombia, aquí los grupos indígenas, peleaban por sus territorios, se mataban entre sí, el grupo vencedor esclavizaba al otro tenían ritos salvajes, organizaban grandes carnicerías como descorazonar y mutilar cuerpos en ofrenda a dioses como el Dios trueno, la lluvia el sol o la luna. Así fueron surgiendo las creencias, las ideologías y las luchas por el poder económico.

Luego llegaron los españoles con la cruz y la espada, los caballos y los arcabuces, arrebatándole a los indios, la tierra por la fuerza.

Después los criollos con Bolívar a la cabeza, desterraron también por la fuerza a los españoles. Luego vinieron las guerras civiles y es cuando se crearon los partidos.

Es aquí donde empiezo con mi remembranza. Encontramos que los pueblos creados por Simón Bolívar, no siguieron su enseñanza, un historiador de nombre Gilette Saurat, relataba que con la muerte de Bolívar se acabó el tiempo de los héroes y comenzaba el tiempo de los asesinos.

Santander regresó del destierro, para regir los destinos, cambiando el nombre de Colombia por el de Nueva Granada.

Luego José Hilario López, se instala en el alto solio, como primer magistrado del país y después lo hace José María Obando. Desde entonces empieza a perfilarse el semblante de esos 2 hombres en nuestra República y surgen como era de esperarse, radicalismos, demagogia y crueldad. Bajo etiquetas diferentes, empiezan a ocupar por turnos el Gobierno, empiezan los golpes de pecho en nombre de la Patria y sin recibir grandeza alguna, el legado que le iba quedando al pueblo no era más que ignorancia, miseria y servidumbre.

Desde 1830 hasta hoy 2009, venimos viviendo el tiempo de los asesinos. No podríamos olvidar jamás, el asesinato de Rafael Uribe Uribe, de Jorge Eliécer Gaitán, los magnicidios del Dr. Galán y de Echeverry, los asesinatos de tantos líderes sindicales, en fin son innumerables los crímenes de lesa humanidad, que se han registrado en Colombia, desde la muerte de Bolívar hasta hoy.

Bolívar, el padre de la Patria, antes de morir decía”’OS RUEGO QUE PERMANEZCAIS UNIDOS, PARA QUE NOS SEAIS LOS ASESINOS DE LA PATRIA Y VUESTROS PROPIOS VERDUGOS’’.Esta era su súplica, pero hasta ahora hemos hecho todo los contrario.

El libertador, ilustrado en su formación y romántico en la acción, intentó por todos los medios, la unidad de la 5 Repúblicas, el quería una Suramérica fuerte, edificada sobre su propia autoridad, pero no fue posible.

Se ventilaban tiempos de revolución y de cambio y el pueblo era más proclive a la dispersión que a la unidad. El padre de la Patria fundó nuestra identidad colectiva, el estaba más allá de los partidos, Bolívar era una idea de libertad, su legado político, su postura republicana era impecable y digna de mostrar a todo el mundo.

Si sus ideas fueron mal entendidas y viciadas, pues no fue culpa de él, que Colombia se hubiese hecho goda y santanderista.

El sueño de la unión continental de Suramérica se esfumó, los pueblos recién liberados se ahogaban en la anarquía, el desorden y como dijera un historiador antioqueño,”’Los caudillos ambiciosos y hambrientos de poder, revoloteaban como gallinazos esperando la muerte del Libertador.

Un primero de Julio de 1830, emprendió su último viaje en un lento ascenso por el rió Magdalena, con un reducido número de amigos y es cuando recibe la infausta noticia, sobre el asesinato de General Antonio José de Sucre, los traidores habían matado a su más fiel colaborador y amigo, que se podría esperar de esta tierra de infieles y asesinos .El escenario de Colombia, plagado de asesinatos políticos, comenzaba su función.

Su última morada fue la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde exclamó esta conmovedora frase”’LOS MAS GRANDES MAJADEROS DE LA HUMANIDAD HEMOS SIDO JESUCRISTO, DON QUIJOTE Y YO’”.

El General Andrés de Santacruz, se alejaba con Bolivia por un camino propio, Venezuela con su General José Antonio Páez, proclamaba su autonomía, el General Juan José Flórez, había unido a Guayaquil y a Quito, para crear la República independiente del Ecuador y la república de Colombia, primer embrión de una patria grande, inmensa y unánime, se reducía al antiguo virreinato de La Nueva Granada.

Dieciséis millones de americanos del sur, quedaban al albedrío de caudillos locales.

Volviendo al Libertador ,cuentan que estando en la cima de su enfermedad ,un Señor Herrán, le dijo,”su excelencia ,haga hasta lo imposible por salvar a la patria”’ y el haciendo gala de un último sacrificio, con la ayuda de un herrero trepó a su caballo, permaneció inmóvil, introdujo la bota en el estribo, se aferró a la silla con la dos manos y un diplomático Inglés que estaba presente, en su informe oficial a su gobierno, escribió’’EL TIEMPO QUE LE QUEDA, LE ALCANZARA A DURAS PENAS PARA LLEGAR A LA TUMBA’’.

Vale la pena, recordar la última proclama del Libertador;
“’Colombianos: Habéis presenciado mis esfuerzos, para plantear la libertad, donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés abandonando mi fortuna y aún mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es mas sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.

Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión; los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.

Colombianos!, mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye, para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”’.

Simón Bolívar.
Hacienda de San Pedro en Santa Marta, a 10 de Diciembre de 1830.
El 17 de Diciembre de 1830, a las 12 meridiano, el libertador murió y como expresara el historiador y escritor Mario Hernández;”’a partir de ese momento Bolívar, entraría en los vastos espacios de la Historia y de la Gloria eterna”’.

Cordialmente,
BIBLIOGRAFIA.
Simón Bolívar una pasión política, Mario Hernández.
El General en su laberinto .Gabriel García Márquez.
Vicente Lecuna. Proclamas y discursos del Libertador.