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Su majestad “El Tango”

Este año ‘LA UNESCO’, en su XXXIII sesión, declaró el tango como patrimonio de la humanidad y nosotros los sevillanos debemos sentirnos aludidos “pues yo me hice en tango”, como dice la canción. Sevilla ese pedacito de patria que nosotros queremos tanto fue fundada en la época en que la popularidad del tango era mundialmente famoso.

El tango aunque viene influenciado por géneros musicales europeos, su origen es propiamente rioplatense (Argentina y Uruguay).
Su edad de oro fue por los años 1900 hasta 1945.

Sobre el tango hay dos cosas muy importantes que influyeron profundamente en su creación, el Bandoneón y la palabra lunfardo.

El Bandoneón es un instrumento musical que proviene de Alemania, cuya sensualidad es de origen prostibulario, se tocaba en sitios no muy católicos y que llegó a Buenos Aires por el año 1900 en las valijas de los inmigrantes alemanes.

La palabra lunfardo se considera una expresión italiana o africana de ritmo y clima nostálgico. La definición de lunfardo es reo, es el alma del suburbio, la voz del arrabal, originaria del siglo XIX. Se dice que es siciliana, africana, aimara, mapuche, judía, gitana, española, quechua, árabe, guaraní, polaca, portuguesa, inglesa. Que lunfardo proviene de un lenguaje oculto y metafórico, que no es más que una simple travesura léxica.

Por esta razón Ernesto Sábato, manifiesta que el tango no se puede confundir con ningún estilo musical en particular, porque no es más que un híbrido socio cultural.

En el año 1898, Ángel Villoldo, Roberto Firpo, Juan de Dios Filiberto y Francisco Canaro, sacaron de la Argentina el Tango y lo llevaron por primera vez a París, esto trajo consigo un triunfo demoledor, la majestuosidad de las orquestas, la magistral interpretación de las canciones y el sensual y cadencioso estilo de los bailarines, hicieron que se abarrotaran los teatros y se agotaran las entradas, se contaban por miles las personas que acudían a presenciar este espectáculo.

Por los años 60s y 70s, aparece Astor Piazzolla, quien en Buenos Aires en compañía de la orquesta de Aníbal Troilo, empezaron a alternar las tardes de música clásica con las famosas “noches del tango, anexaron instrumentos como el Bajo, el teclado, la Batería y el Saxo. Le colocaron corbatín a este género, haciéndolo más refinado, por esta época aparecieron canciones como “Que falta que me haces”, “Con el corazón al sur”, “El último café” y “Cantata a Buenos Aires”.

En el año de 1967, un movimiento juvenil de los EE.UU., usó como slogan “El verano del amor”, creando el Movimiento Hippie, y en Mayo de l968, se pronunció en Francia la música Rock. Esto trajo como consecuencia una confrontación generacional y contracultural, quedando el tango relegado a segundo plano. Se empezó a considerar el tango, como música de los viejos y el rock, como música de los jóvenes.

De 1980 en adelante el tango empezó a ser interpretado en Jazz, en Rock, en música electrónica.
Pero para que el Tango no fuese una especie musical en peligro de extinción, se empezaron a celebrar cumbres con la representación de los mejores artistas de este género en muchas partes del mundo.

Recuerdo personalmente el “Festival del Tango en Bogotá”, casi no puedo entrar, se presentaron en ese entonces Armando Moreno, Andrés Falgás, Ignacio Corsini y Juan Carlos Godoy, pero que fiesta Dios mío.

En 1994, la cumbre fue en Granada (España), en 1996 en Montevideo, en 1998 en Lisboa, en el 2005, en Sevilla (España), en 2007 en Valparaíso, en 2009 en Bariloche y en 2011 será en Seinajoki (Tailandia).

Alguien muy antiguo de Sevilla, no recuerdo bien el nombre pero si el apellido Gil, me comentaba que Sevilla por el año de 1930 tenía muy pocos habitantes, pero existían 300 negocios entre bares y cafés y que el tango rumbaba, estaba de moda, se escuchaban las famosas canciones de Gardel, como “Volver”, “Mi Buenos Aires querido”, Caminito, Yira Yira, Milonga Sentimental, Muñeca Brava, y me decía incluso que esas canciones las tarareaban en las Escuelas.

El poeta amigo de Gardel, Alfredo Le Pera, fue compositor de muchas de sus canciones. Gardel cantó en París, en Nueva York, filmó varias películas en los EE.UU., y falleció en un accidente de aviación en la ciudad de Medellín un 24 de Junio de 1935, a la edad de 45 años.

Sería un absurdo para mí, ahora que estoy escribiendo sobre el tango, no hablar de una encantadora mujer, que llegó a Sevilla procedente de Manizales y abrió allí un bulevar al estilo del Moline Rouge parisino, ese negocio lo bautizó con el nombre de “Luces de Buenos Aires”.

Allí además de su dueña, que era de singular belleza, atractivas mujeres de grandes encantos y belleza sin par, engalanaban ese lugar todas las noches.

Allí los más encopetados señores de la época acudían con sus mejores atuendos a cumplir con sus nocturnales citas de amor.

Se escuchaba y se bailaba el tango, pues era el género musical de moda y solamente se combinaba con las cumbias y la música tropical a altas horas de la noche.

El nombre de esta maravillosa mujer es “Magnolia”, aunque su legítimo nombre de pila es Mariela Castaño, reside en la ciudad de Bogotá y dada su avanzada edad ha padecido serios quebrantos de salud, Hoy vive en nuestro recuerdo y vayan para ella nuestras bendiciones. El último negocio que conocí de ella fue la “Tertulia”, en la Ciudad de Bogotá, que no era más que un punto de referencia para comerciantes, políticos y despechados, que acudían allí para disfrutar de esa maravillosa música.

La fama del tango, generó en Sevilla la creación de otros negocios, como el Bar Real Madrid, Casablanca, La Cumparsita, El Viejo Volga, el Bar Hungría, el Bar Copas y Tangos, y muchos otros que por el momento no recuerdo.

Haciendo remembranza del Bar Copas Y Tangos, quiero nombrar a dos grandes personajes, “Pastor y El Montañero”, que atendían allí, agradables a morir y siempre prestos a cualquier pedido musical que nosotros les hiciéramos.

Era gracioso estar allí, observando lo que ocurría a nuestro alrededor, llegaban campesinos despistados, averiguando donde habían dejado el mercado para la finca comprado el día anterior.

Otros llegaban a rumiar su soledad, porque habían peleado con su esposa o con el mejor de sus amigos.

Otros que solitarios o en barra lamentaban que el directorio al que pertenecían ya fuera liberal o conservador, no los hubiese tenido en cuenta para tal o cual posición.

Otros bebían y escuchaban tangos para opacar la tristeza porque su equipo de football, había perdido esa tarde.
Y para rematar de vez en cuando llegaba algún ser humano de sombrero chiquito, cara de amargoso y pantalón de bota ancha, escupiendo indiscreto y mirando maluco, pues por lo que apreciábamos deseoso de armar bronca y así poder matar a cualquiera.

Era ahí, cuando disimuladamente pagábamos la cuenta y nos despedíamos diciendo nos vemos mañana Pastor y que Dios los cuide.

Yo personalmente aceptaba los consejos de mi padre, acostarme temprano porque la noche traía peligros.
Para terminar quiero citar a Borges (El hacedor “Diálogo sobre un diálogo”), “Yo jugaba con la navaja de Macedonio, la abría y la cerraba, porque un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas porque les mintieron que es vieja”.

El Tango es de un valor turbio dijo Astor Piazzolla, el 02 de Octubre de 1986.

El tango es como una secta religiosa, en Argentina, puedes cambiar la Constitución, la religión, las leyes, los sistemas políticos pero no cambies El Tango.
Cordialmente,
Abelardo Giraldo.