El humanismo fue contemporáneo del Renacimiento, el humanismo representaba el retorno a la sabiduría clásica. El renacimiento impulsaba la ciencia y el humanismo enlazaba la perspectiva teológica con el pensamiento científico.
El humanismo, esta era una corriente filosófica, educativa, filológica, artística e intelectual, que en el siglo XIV, tuvo su hegemonía en Roma, Venecia y Florencia.
Francisco Petrarca en ese entonces hablaba del término griego Filantropía, que significa amor a nuestros semejantes.
El humanismo se enfrentó al teocentrismo, surgieron las artes liberales dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la teología.
Quiero citar algunos de los grandes humanistas sin remontarme a la antigüedad donde hubo muchos de ellos, empiezo en España con Francisco de Quevedo contemporáneo de Miguel de Cervantes. Quevedo tenía una capacidad tremenda para valerse del lenguaje, difícilmente superable, usaba una terminología popular, tabernaria, satírica y burlesca y lo demostraba en sus poemas La cuna y la sepultura” y La política de Dios, pero muy humano, actitud demostrada siempre.
Miguel de Unamuno
A este hombre de letras siempre le importo el tema de la inmortalidad, su obra Niebla, se le considera como el estandarte de Unamuno, la escribió en el año de 1907 y según el Niebla no era más que una nivola.
En esta obra se sintetiza un rechazo vital a la muerte, a todo lo que signifique el final de una existencia, revela el tema de la imposible inmortalidad y la infructuosa lucha del hombre ante el trágico destino.
Niebla, es la rebeldía hecha prosa. Quiero ser yo, quiero vivir, propio de su sentimiento trágico de su vida.
Refutaba a sus contrarios diciéndoles “Albergo la esperanza en que vosotros, ignorantes cachorrillos del neonazismo, maduréis, y os deis cuenta de que sois lo que precisamente se os ha dejado de ser”.
Unamuno decía: “la filosofía pierde la razón de ser, cuando se extravía en los laberintos de la ciencia”.
Tuvo fieros encuentros ideológicos con Ortega y Gasset, cuando Gasset decía que había que europeizar a España, Unamuno le decía que había que españolizar a Europa
Hay que ser guerreros bravos y valientes y no terroristas y cobardes de izquierdas sin sentido.
La preocupación social viene de España, hay que ser incultos para no entender, debemos leer no panfletos, estudiad pero no a analfabetos, buscad nuestras fuentes, investigad, progresad y descubrid.
No se sueña dos veces el mismo sueño.
Se dice que Unamuno fue un gigante de las letras, no un político y que solo se dedico a hacer comentarios despectivos en razón a sus vaivenes ideológicos.
La universidad medieval, se renovó con el humanismo.
Al igual que César Vallejo a quien se considera gran humanista de nuestra época y a quien llamamos el poeta del “dolor humano”.
La poesía de este peruano es de corte social y su posición ideológica es profundamente humana, sus obras están recopiladas en dos “Poemas humanos” y “España, aparta de mí este cáliz”.
Se considera que el poema los heraldos negros fue la expresión máxima de su obra literaria.
Hay golpes en la vida tan fuertes….!Yo no se!
Golpes como del odio de Dios, como si ante ellos;
La resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma
¡Yo no se!
Son pocos pero son…abren zanjas oscuras
En el rostro mas fiero y en el lomo mas fuerte,
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la muerte.
Son las caídas hondas de los cristos del alma
De alguna adorable que el destino blasfema,
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
De algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre…pobre hombre,
Vuelve los ojos
Como por sobre el hombro
Nos llama una palmada
Vuelve los ojos locos
Y todo lo vivido
Se empoza, como un charco de culpa,
En la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes….!Yo no se!
Su obra Poemas humanos y los Heraldos negros, fueron lo mejor de su producción.
Nació en Santiago de Chusco en Perú, un 16 de Mayo de 1892 y falleció el 15 de Abril de 1938, a la edad de 46 años.
Como estos famosos escritores existen muchos más, que maravilloso es para nosotros, amigos de la cultura descubrirlos.
Cordialmente,
ABELARDO GIRALDO.