Un investigador de nombre ASSEN MARCEUSKI, publicó una obra sobre este atentado, afirmando que JUAN PABLO II, deseaba poner en orden la casa, como había tratado de hacerlo su antecesor JUAN PABLO I.
Juan Pablo II quiso investigar los escandalosos manejos que se le estaban dando a los dineros de la Iglesia y el posible lavado de dinero proveniente de organizaciones mafiosas como la COSA NOSTRA, según publicaba la prensa italiana en esos días, pero desconocía la influencia que tenía un grupo masónico de cardenales orientados y dirigidos por PAUL MARCINKUS, a quien denominaban “EL BANQUERO DE DIOS”, director en ese entonces del Instituto para las obras religiosas (IOR) y del Banco Vaticano en donde se desempeñó hasta 1989 y quien tenía fuertes vínculos con el Secretario del Estado Vaticano, segundo hombre en importancia de la Santa Sede, el cardenal también masón, AGUSTINO CASAROLI.
La banca vaticana, lavaba dinero recibido de la mafia italo-americana proveniente del tráfico de Drogas.
Resultó que siendo presidente del Banco Ambrosiano el Señor ROBERTO CALVI, quien mantenía muy buenas relaciones con la logia masónica P2, en donde la mayoría de sus miembros eran cardenales, apareció ahorcado en 1982, en un rito masónico, bajo el PUENTE DE LOS MONJES NEGROS en Londres.
Anteriormente había aparecido muerto mientras dormía el Papa JUAN PABLO I, a quien llamaban el “PAPA BUENO”.
Este papa quiso reformar y limpiar toda la estructura del vaticano para acabar con la corrupción que era VOZ POPULI en toda Italia, pues para ello era necesario llamar a calificar servicios a cardenales que en ese entonces gozaban de alta prestancia jerárquica dentro del COLEGIO CARDENALICIO.
Asegura Marceuski, que por eso fue fríamente asesinado.
Se dice que la asistente personal del papa, la monja Sor Vicenza, que encontró el cadáver del pontífice en el piso, observó que el había vomitado y que se encontraba despojado del hábito papal, que incluso no le fue permitido recoger sus anteojos ni los documentos que en ese momento se encontraban en desorden sobre su cama y que sus ojos parecían desorbitados descripción propia de personas que han sido envenenadas, según médicos forenses.
Las extrañas circunstancias del deceso de Albino Luciani, JUAN PABLO I, dejaron muchas dudas, cardenales moderados aseguraron que el siempre gozaba de muy buena salud, la defunción no fue certificada por el forense del vaticano sino por un forense particular y la premura con que ordenaron el embalsamamiento, no dejaba duda de que el PAPA, había sido asesinado.
En otro libro ‘IN GOD`S NAME”, de David Yallop, sostiene que fue envenenado por altos jerarcas de la Iglesia Católica en complicidad con mafiosos vinculados con el Banco Ambrosiano y hermandades secretas masónicas.
Volviendo a JUAN PABLO II, encontramos que en declaraciones a la televisión pública turca, Ali Agca, culpó al entonces secretario del Estado Vaticano Agustino Casaroli, como el cerebro que supuestamente orquestó el intento de asesinar al PAPA.
Concluye este Señor turco que le fueron enviado dos asesores para consumar el crimen un tal padre Michele y un posible sicario del Opus Dei.
Asegura además, que había realizado varias prácticas en la Plaza de San Pedro con estos dos oscuros personajes, subrayó también que durante los 22 minutos que habló con el Santo Padre, en Diciembre de 1983, éste no le preguntó nada sobre la autoría del atentado, porque según Agca, el jefe de la Iglesia Católica, “SABIA MUY BIEN QUE EL VATICANO ESTABA DETRAS DE ESTO”.
Agca, tiene 52 años, estuvo 19 años en la cárcel de Italia, fue indultado y entregado a Turquía, donde le espera condena perpetua por homicidios cometidos cuando era miembro del grupo ultra derechista “LOS LOBOS GRISES’.
El cardenal Casaroli, nació un 24 de Noviembre de 1914 en Castel de San Giovanni Piacenza una especie de condado de Roma y falleció el 9 de Junio de 1998, se había desempeñado como Secretario General del Estado de la Santa Sede, posición que hoy ocupa el cardenal TARCISIO BERTONE.
Abelardo Giraldo.
11/10/10