En el flanco occidental de la Cordillera Central, nacen cuatro cuencas hidrográficas que bañan a nuestro municipio y que están alimentadas por 10 ríos y 41 quebradas, son estas: la cuenca hidrográfica del rió Bugalagrande, del rió La Vieja, del rió Barragán y del rió Pijao.
Encontramos que el rió Bugalagrande le sirve de límite administrativo con los municipios de Bugalagrande y Tuluá y que a este rió le tributan sus aguas las quebradas El Vergel, Los Osos, Montecristo, Rincón Santo, Chorrearon, Purgatorio, Calamar, Jamaica, Ballesteros, La Sara y Santa Clara, lo mismo que los ríos La Fe y Canadá.
Sevilla cuenta además con los ríos La Paila, San Marcos, Totoró, Saldaña, Pijao y Barragán.
Al rió Totoró, lo surten la quebrada San José, El Congal, La Raquelita y El Popal.
Ha venido circulando el rumor de que la empresa que está adelantando los estudios para la explotación aurífera en Cajamarca, pretende extender ese proyecto a lo largo y ancho de las laderas y altiplanicies de la Cordillera Central.
Si esto llega a suceder, se afectarán profundamente las aguas de nuestro querido municipio y ciudades adyacentes.
No olvidemos que Argentina, chile y Bolivia tienen serios problemas debido a la inescrupulosa explotación minera del oro.
Hay que felicitar al gobierno del Ecuador, que gracias a la influencia de los indígenas prohibieron de plano esta explotación en beneficio de la defensa ecológica de la Amazonía.
El daño ecológico y medio ambiental que produjo la explotación del oro en Argentina y realizada por la BARRICK GOLD, que deshielo un páramo y que está llevando a similar acontecimiento dos páramos más, es impresionante.
Encontramos que para fabricar un anillo de oro hay que extraer según expertos 20 toneladas de roca, para este tipo de explotación se necesita dinamitar con modernos y enormes equipos de excavación que permitan destruir montañas en horas , haciendo rentable la extracción de un gramo de oro por toneladas de escombros.
Se usa el cianuro para separar el mineral.
Se prepara un sopa química con grandes cantidades de agua y tóxicos.
Se contamina el agua, pues se necesitan 100 millones de litros por día, la cual se devuelve contaminada a los ríos y quebradas que a distancias enormes afecta a personas y a cultivos.
Se destruye la calidad de vida porque el agua y los cultivos son contaminados con arsénico, cianuro y otros que producen en la población enfermedades respiratorias y gastrointestinales como el cáncer, la leucemia, etc.
Con este comercio de explotación se despoja de sus tierras a sus legítimos propietarios, se destruyen las economías locales y se disminuyen las fuentes laborales en actividades turísticas, agrícolas y ganaderas.
Se contamina el aire, esos residuos químicos de cianuro, mercurio, azufre, acido sulfúrico, etc., se transforman en gases y vapores, que permanecen años en la naturaleza.
La ley de Minería de 1990, que aparece completa en internet, confirma que las multinacionales que ejercen estos proyectos sólo pagan un canon de 3% de lo que se extrae en la boca de las minas.
No pagan impuestos provinciales ni municipales y están autorizados para sacar del país toda la producción.
El único pretexto que argumentan es el de que generan empleo.
Este comercio es un verdadero saqueo, las empresas mineras de los países ricos, extraen, no producen y destruyen los recursos naturales.
Dejan a cambio devastación y ruina a nuestras formas de vida.
Encontramos que el oro se presenta en formaciones rocosas, puede encontrarse en polvo, pepitas o filones, a veces aparece mezclado con arena y arcilla después de haber sido transportado desde su lugar de origen por acción de las aguas.
En los depósitos aluviales se presenta en fragmentos de tamaño variable, desde partículas pulverulentas hasta grandes pepitas. Este tipo de depósito aurífero fue lo que desencadenó los grandes ríos humanos hacia California, Australia y Alaska.
Aluviones también fueron los yacimientos de los Urales en Siberia y en África del Sur, en donde se produce la mayor parte de la existencia de este metal.
La historia cuenta que en el año 1500, el oro era llevado a Europa que vino a ser el equivalente a 5000 toneladas.
Cuando ocurrió la fiebre del oro en el oeste americano, muchas ciudades que antaño habían sido verdes campiñas de tierras cultivadas y después de la explotación aurífera sólo quedaron murallas rocosas de colores verdes, negras, rosas y malvas conformando un despiadado desierto.
Muchas ciudades que nacieron, brillaron y desaparecieron dejaron solamente tierras ingratas y habitadas solamente por las piedras.
De todo el oro que se ha extraído del planeta tierra, 35.000 toneladas yacen en las bóvedas de los Bancos Centrales.
La reserva federal de los Estados Unidos, posee 8.145 toneladas de oro, aproximadamente el 6% de todo el oro extraído.
En conclusión, no hay que olvidar que las distintas fiebres de oro, han traído consigo muerte y devastación a las poblaciones locales, como ocurrió desde los aborígenes SIOUX de Black Hills, hasta los aborígenes de Bendigo Australia.
La historia del oro está manchada de sangre, hoy los Yanoman y los Macuxi de la Amazonía vienen siendo desplazados de sus tierras por bandas delincuenciales y narcotraficantes ambiciosos de oro, que los han obligado a refugiarse en las laderas más altas de los Andes.
Los galamsey de África Occidental y los Igorot de Filipinas vienen corriendo el mismo peligro y han tenido que refugiarse en las altas montañas.
NOTA:
Con especial aprecio a Norbey Morales y la fina atención de nuestro director Alirio Acevedo Sánchez.
ABELARDO GIRALDO
03/07/11.