E. Sábato.

““Hay una cierta belleza en el horror”, quizá porque el horror se aprende y desde las tragedias ajenas podemos extraer esa belleza que nos ayuda a vernos y comprendernos como personas humanas, condenadas tarde o temprano a la catástrofe de nuestra propia muerte”. E. Sábato
Triste noticia para el mundo de las letras, constituye el fallecimiento en la madrugada del 30 de Abril de este año, del escritor argentino Ernesto Sábato, a la edad de 99 años.
Había nacido en Rojas, provincia de Buenos Aires un 24 de Junio de I9II, hizo su doctorado en Física y había adelantado cursos de Filosofía en la Universidad de la Plata.,trabajó luego en el laboratorio CURIE de París y había abandonado definitivamente la ciencia para dedicarse exclusivamente a la Literatura.
Ha escrito varios ensayos sobre el hombre en las crisis de nuestro tiempo y sobre el sentido de la actividad literaria,”El escritor y sus fantasmas, 1963”, Apologías y rechazos, 1979 y tres novelas: El Túnel, 1948., Sobre héroes y tumbas 1961., y Abbadón el exterminador, 1974.
El premio Nobel de la Paz de l980, Adolfo Pérez Esquivel, consideró que el escritor tuvo una vida muy fructífera y muy participativa en los problemas sociales.
Aportó mucho al país y a la humanidad en su responsabilidad social, cultural y política.
Sábato, había sido presidente de la Comisión Nacional sobre desaparición de personas “CONADEP” y este grupo redactó el informe “NUNCA MAS”, una obra que relató los horrores de la última dictadura militar argentina (1976-1983).-
Abel Posse con quien Sábato había fundado la revista “CRISIS” subrayó su condición de: pensador que quiso dar solución a los problemas complejos del mundo.
Decía Sábato: "Puede parecer un acto de horrible esnobismo que tres crisis fundamentales de mi vida se sucedieran en París, pero efectivamente así fue"
La primera se produjo en el invierno de 1935, cuando yo era un muchacho de 24 años. Desde 1930, milité en la juventud comunista, cuando la dictadura del general Uriburu, abandoné estudios, familia y mis comodidades burguesas. Viví con nombre supuesto en la Plata, en cuyos suburbios estaban los dos frigoríficos más grandes del país, donde se explotaba despiadadamente a toda clase de inmigrantes, que vivían amontonados en tugurios de zinc, rodeados de pantanos y aguas podridas. Repartíamos manifiestos y participábamos en la organización de huelgas. En 1933, siendo ya Secretario de la Juventud Comunista, empezaron mis dudas sobre el stalinismo y entonces resolvieron mandarme a las escuelas leninistas en Moscú, a purificarme. Si hubiese ido no habría vuelto jamás vivo. Tenía que pasar previamente por Bruselas, por un congreso contra el fascismo y allí supe los horrendos detalles de los “procesos” en Moscú. Me escapé a París, viví un invierno muy duro en la piecita de un compañero disidente, mientras el partido me buscaba. Logré volver a la Plata, donde proseguí mi carrera física-matemática y cuando terminé me dieron una bourse para trabajar en el laboratorio Curie, donde trabajé durante casi un año y allí en París, asistí a la ruptura del átomo de uranio, que se disputaban 3 laboratorios, ganó la carrera un laboratorio alemán, luego pensé que este era el comienzo del Apocalipsis. Viví en una confusión horrible, mientras escribía mi primera novela y cometí la infamia de dejar que Matilde se volviera a la Argentina con nuestro primer hijo, de pocos meses, mientras yo tenía una amante rusa. La tercera crisis fue consecuencia de todo esto y de mi vínculo con los surrealistas: Domínguez, Matta, Wilfredo Lam y otros. En otro día de invierno fuimos con Domínguez a la tarde, al Marche Aux Puces y volvimos después en el metro hasta Montparnasse, donde tenía su estudio Domínguez, en la calle ya era de noche, había una especie de nevisca, Domínguez se detuvo y me dijo “Que te parece si esta noche nos suicidamos juntos?”, no era una broma, era muy propenso al suicidio, como lo probó años después. Yo me negué, aunque también me atraía el suicidio, me salvó mi instinto y aquí estoy junto a la Matilde de todos los tiempos, una de esas “mujeres fuertes de la Biblia”, que esta muriendo, en medio del dolor más profundo de mi vida, en el final de una existencia muy compleja. “(Ernesto Sábato, 24 de Enero de 1995)”.
El Obispo Justo Laguna expresó, que Sábato era una gloria nacional y que era una de las plumas más brillantes de la literatura después de Borges.
El Gobernador Bonaerense Daniel Scioll, destacó de Sábato el talento universal que obtuvo y el justo reconocimiento por su genio literario y compromiso con los derechos humanos.
Había recibido numerosos premios y reconocimientos entre ellos figuran “El Menéndez Pelayo (1997), el Gabriela Mistral (1983) otorgado por la OEA y el premio Cervantes en 1984.
Su compañera sentimental de toda la vida se llamó Matilde Kosminsky y había fallecido en el año de 1998.
Su hijo Mario Sábato es actualmente Director de Cine y el año pasado estrenó una película de quien en el año 2007 fuera propuesto como candidato al Nóbel de Lliteratura.
Abelardo Giraldo
coreguaje2@yahoo.com 05/02/11