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Nuestro Papa Benedicto XVI

El 18 de Abril de 2005, siendo aún cardenal Joseph Ratzinger apeló a muchas de sus convicciones conservadoras y expresó:
“Cuantos vientos de doctrina hemos conocido en estas últimas décadas, cuantas corrientes ideológicas, cuantas modas del pensamiento”.

La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos, se ha encontrado con frecuencia vapuleada por estas olas, lanzada de un extremo a otro, del marxismo al liberalismo  hasta llegar al libertinaje, del colectivismo al individualismo radical, del ateísmo a un vago misticismo religioso, del agnosticismo al sincretismo y así  sucesivamente.

Todos los días nacen nuevas sectas y se realiza lo que dice San Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que induce al error,  tener una fe clara según el credo de la Iglesia se etiqueta con frecuencia como fundamentalismo, mientras que el relativismo es decir dejarse llevar de aquí y allá por el viento de la doctrina, se considera como la única actitud a la altura de los tiempos actuales.

Se va construyendo así una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo  y que considera como última medida solo el propio bien y la satisfacción de sus deseos.
Los católicos  por el contrario, tenemos una fe adulta y madura, porque no es la fe que sigue las olas de la moda o de la última novedad, sino la que se fundamenta y se arraiga en la amistad con cristo.

Esta es la forma en que nuestro querido Joseph, predicaba antes de ser Papa.

El 19 de Abril de 2005  tras dos días de cónclave y dos fumarolas negras, la fumarola blanca de la Capilla Sixtina, volvió arder,  indicando “HABEMOS PAPAM”.
El Cardenal Joseph Ratzinger era considerado como el favorito para suceder a Juan Pablo II el grande, como lo denomina actualmente La Santa Sede.

A  sus ochenta y cinco años es el 8º papa de origen alemán y el 265 en la historia de la Iglesia.
Dada  su avanzada edad, ha padecido quebrantos de salud, en 1991, obtuvo una hemorragia cerebral y existen rumores de una posible diabetes y problemas del corazón.
Algunos miembros del Vaticano han afirmado que debido a su salud y a enfrentamientos que ha tenido con  algunos sectores reformistas de la Iglesia, posiblemente su mandato, pueda ser breve.

La historia biográfica del Papa, es como la de todo hombre grande, llena de cosas insólitas, nació un sábado Santo de Pascua, el 16 de Abril de 1927 en Marktl, diócesis de Passau  Alemania y fue bautizado ese mismo día.

En sus reflexiones expresa:” Fuí bautizado con el agua nueva de la pascua y me siento lleno de un sentimiento de gratitud por haber sido inmerso en el misterio pascual, pués aunque la naturaleza de la vida humana, siga esperando la pascua definitiva, aún no estamos en la plenitud de la luz, pero estamos caminando hacia ella, llenos de confianza”.
Su padre fue miembro de la policía rural y en 1929 se mudaron a Tittmoning en la frontera con Austria.

En 1943,  se encontraba estudiando lenguas clásicas en la ciudad de Traustein, pero por ser  adolescente fue reclutado para la milicia alemana y le tocó formar parte de un escuadrón antiaéreo.
Después fue exonerado de buena parte de los rigores de la vida militar alemana porque era muy enfermo  y el 19 de Junio de ese mismo año 1943, es liberado, regresa al hogar y es cuando decide ingresar al seminario con su hermano Georg.
En 1947 se encuentra estudiando en un Instituto Teológico, ligado a la Universidad de  Munich.
El  29 de Junio de 1951, durante las fiestas de San Pedro y San Pablo, es ordenado sacerdote junto con su hermano Georg.
En 1955 se destaca como gran conferencista sobre Teología, miembro de la Escuela Superior de Filosofía y Teología de la Universidad de Freising.
Recibe en 1957 su doctorado en esta materia, ejerció la cátedra en varias universidades alemanas recibiendo infinidad de distinciones.
De 1977 a 1982, se desempeño como arzobispo de Munich y en 1993 fue ascendido a la categoría de Cardenal.
Asesor de muchos obispos y cardenales al igual que del papa Juan Pablo II, participó en dos cónclaves, el de la elección de Juan Pablo I y el de Juan Pablo II.

Cabe destacar que obtuvo 8 doctorados “Honoris Causa” de diferentes Universidades del mundo entre ellas de Alemania, Roma, Polonia, Perú y Estados Unidos.

Esta semana en México condenó todos los tipos de violencia y exhortó a los mejicanos a fortalecer la convivencia pacífica, basada en el respeto a los derechos humanos, recalcando que este continente está llamado a vivir en la esperanza.

En Cuba este miércoles criticó las verdades únicas y dijo que tanto Cuba como el Mundo necesitan cambios y que existe la necesidad de una auténtica transformación social.
La verdad es un anhelo del ser humano, buscarla siempre supone un ejercicio de auténtica libertad.
Y esto para Fidel, lo entiendo así, porque escuché la homilía: “Hay personas que interpretan mal la búsqueda de la verdad, llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en “su verdad” e intentando imponerla a los demás.

Sin embargo quien actúa irracionalmente, no puede llegar a ser discípulo de Jesús.

Grandes historiadores y prestigiosos patriarcas de la Iglesia católica  han considerado que dentro de este reinado eclesiástico los papas han sido protagonistas excepcionales de la historia, a veces unos  han sido elevados hasta las cumbres de la santidad y otros han descendido hasta la vanidad de los césares, aunque siempre rotundamente humanos, servidores de Dios o de sí mismos, llenos de orgullo o dechados de humildad, sabios o ignorantes, héroes o cobardes, caritativos o egocéntricos, dignos o indignos, pero eslabones de una cadena que sólo acabará  con el fin de los tiempos.

Así  ha venido sucediéndose la historia de los papas desde el año 42 de nuestra era, que fue cuando Pedro llegó a Roma.

Abelardo Giraldo. 03/27