Aunque los mercados sean globales, el mundo todavía sigue organizado en torno a unas naciones soberanas que fijan condiciones a esos mercados dentro y fuera de sus fronteras.
Existe una gran resistencia popular a la globalización.
Fuerzas económicas y políticas fuertes se unieron y derribaron las instituciones de un período anterior a la globalización a través de dos guerras mundiales y la depresión mundial del último siglo.
El mundo ha vivido durante más de sesenta años sin una depresión global, aunque se han producido y siempre habrá recesiones de forma periódica. Pero ahora cuando los mercados de valores caen en picada, los gobiernos suelen saber lo suficiente como para tomar medidas y darle la vuelta a la crisis, por lo menos, allí, donde la economía ha sido fuerte y sana.
La globalización hará que una depresión mundial sea todavía más remota, confirman algunos economistas.
Pero hay grandes amenazas a esa tenebrosa globalización, el terrorismo nuclear en especial en Estados Unidos y China, podría cerrar durante algún tiempo, gran parte del comercio, la inversión global y hacer retroceder las libertades políticas y económicas.
Las previsiones del Consejo de Inteligencia Nacional de Estados Unidos para 2020, advierten de posibles ataques terroristas en algunas ciudades norteamericanas y de Europa, situación que podría llevar al mundo a unos controles gubernamentales todavía más draconianos “sobre el movimiento de capital, bienes, personas y tecnología, que paralizarían el crecimiento económico”.
La desintegración de Arabia Saudí, en especial a manos de los islamistas radicales o de China, provocaría una prolongada caída en barrena de la economía global.
Podría ocurrir lo mismo, en caso de producirse una pandemia global como la de la gripe ocurrida por los años de 1918-1919, esto interrumpiría durante muchos meses o quizá años, los intercambios comerciales y los viajes a través del mundo.
Serán los Estados Unidos y la China los que en gran medida fijarán el rumbo de la globalización durante los próximos diez o quince años.
Así como nuestro planeta tiene dos polos el polo norte y el polo sur, en la globalización también habrá dos polos, un polo oriental y un polo occidental.
El polo oriental, inconfundiblemente China, que es la principal plataforma mundial del sector manufacturero y el segundo mercado más grande del mundo, para todo lo que se produzca en casi todas partes. La posición de Estados Unidos como polo occidental está igualmente asegurado, es y continuará siendo la mayor fuente mundial de nuevos productos, en especial los que son fabricados por tecnologías avanzadas. También será la principal fuente de los servicios financieros y empresariales. Seguirá siendo el centro de los mercados de capital del mundo y el primer comprador de todo lo producido en China.
China ya sobrepasó a Japón como el segundo mayor fabricante mundial.
Hace 20 años, China exportaba menos de 35.000 millones de dólares en productos básicos y materias primas y en el 2006, las exportaciones de este país totalizaron 981.000 millones de dólares.
Pero China tiene el lado perdedor y es el de la desigualdad económica más cruda de cualquier país grande del mundo, más de la mitad de sus compatriotas, viven por debajo del nivel de la pobreza. En una sociedad donde la esperanza de vida supera los 70 años, todos dan por sentado que se pondrán enfermos alguna vez y envejecerán, pero el gobierno no ayuda en ninguno de los dos casos, este país no les proporciona ningún auxilio pensional, ni cobertura médica para la vejez.
Tampoco hay control de calidad, es por eso que la mayoría de los consumidores en todo el mundo han sido informados que las exportaciones chinas son peligrosas o incluso mortales. Las ropas producidas allí, tienen altas concentraciones de formaldehído, 900 veces, por encima de los niveles de seguridad, los juguetes para niños vienen decorados con una pintura de plomo peligrosa, la comida para las mascotas populares como los perros y los gatos, enviada a los Estados Unidos y Canadá, está contaminada con un producto químico potencialmente mortal llamado “melanina”.
Los dentífricos tienen un compuesto venenoso encontrado en los anticongelantes y un jarabe para la tos, hecho en China, contenía un disolvente tóxico que mató a más de 300 panameños.
De aquí se concluye que China carece de capacidad para establecer regulaciones y hacerlas cumplir.
Produce además una parte importante de los medicamentos genéricos del mundo, incluyendo penicilina, aspirina y vitaminas sin receta.
La vitamina A, produce meningitis en los niños, descubrieron inspectores de salud de la Unión Europea, igualmente la vitamina C, allí producida, tiene indicios de arsénico, plomo y hierro.
En consecuencia, medicamentos y productos contaminados, seguramente matarán a europeos y estadounidenses.
Es por eso que el “Made in China” se está convirtiendo en una marca rechazada en muchas partes del mundo desarrollado.
China y la India, están absorbiendo todos los puestos de trabajo, que anteriormente existían en otros países desarrollados o en vías de desarrollo.
Los bajos salarios $0.70 centavos de dólar en China y $0.40 centavos en la India, libres y sin ningún recargo de beneficio social, han atraído a las grandes compañías globales. Esta es la famosa avaricia corporativa que está llevando al mundo a la pobreza absoluta.
Otra economía emergente es la India y algunos comentaristas occidentales la han querido equiparar con la china.
Actualmente la India ha venido destacándose en ciertos sectores avanzados como la programación del software, productos farmacéuticos genéricos y la industria cinematográfica, los cuales son muy competitivos con los productos europeos y norteamericanos.
Analistas económicos han considerado que a pesar de que sus productos se venden en todo el mundo, dentro de 10 0 15 años, todavía estará lejos de convertirse en una potencia económica global.
La extrema pobreza del país le diseña un largo camino, su economía per-cápita la ubica en el No.118, detrás de Nicaragua, Ecuador y Guyana. El 60% de su población sigue trabajando en la agricultura.
India sigue siendo una economía atrasada, parecida a lo que era China hace 25 años. Se prohíbe la inversión extranjera y se imponen asfixiantes regulaciones gubernamentales.
Además el anticuado monopolio ferroviario estatal del país, se encuentra en pésimas condiciones, existe una mala conservación de las carreteras y el mal estado de sus puertos y aeropuertos no pueden garantizar una entrega fiable de ningún producto destinado a la exportación.
En 1990 Oracle y Microsoft llegaron a la India, gracias a que Estados Unidos ordenó pagarle a los trabajadores, los mismos salarios y beneficios de cualquier trabajador norteamericano, generándole un tremendo bienestar a esa enorme fuerza laboral, despertando en la juventud la pasión por la ingeniería cibernética y las ciencias informáticas.
Existe un movimiento reformista promovido por su primer ministro Manmohan Singh que le ha venido planteando a la vieja burocracia del Rajá, bajar las barreras comerciales y suavizar las licencias industriales.
Cuando Rajiv, hijo de la Primera Ministra Indira Gandhi, quiso entrar en el negocio de los automotores, aceptó que la Suzuki catapultara la única empresa fabricante de automotores que allí existía “La Murati”, fue así como detrás de esto, empresas multinacionales como la General Motors estadounidense y la Toyota japonesa lograron abrir modestas fábricas en el país, pero los altos aranceles en la importación de equipos y los altos impuestos a las compañías extranjeras en concordancia con el lamentable estado de las estructuras indias, frenaron los planes de expansión de los fabricantes.
Los estrictos controles que el país impone al precio de los medicamentos y su no disposición de conceder licencias a laboratorios reconocidos por la Organización Mundial de la Salud “OMS” han ocasionado que empresas como Rambaxy y Sun Pharma, crearan solamente sistemas de fabricación alternativa para fármacos ya patentados en otros países como Estados Unidos y la Unión Europea.
Por esta razón, la India hoy en día se considera como el primer productor de medicina genérica del mundo, que ocupa una fuerza laboral superior a las 500.000 personas.
Otra de las actividades que se ha venido desarrollando allí, es la industria cinematográfica, como gran productor de videos y películas al estilo Hollywood, en una ciudad llamada Hyderabad, existe el complejo de estudios cinematográficos más grande del mundo, son 1000 hectáreas con más de 500 estudios de sonido y grabación que conforman la “RAMOJI FILM CITY” que le producen a la India miles de millones al año.
Si el gobierno decidiera mejorar las carreteras, los puentes, las redes energéticas, los sistemas de agua, los servicios sanitarios del país y exigiera de las empresas invasoras de su territorio, un salario equitativo y un bienestar médico para su población, este país tendría un futuro muy prometedor.
Lo que no entiendo es, porqué mientras más riqueza le entra a un Estado, a la población hay restringirle sus beneficios sociales con el famoso y aterrorizador cuento de la deuda.
El premio nobel de Economía Joseph Eugene Stiglitz en una conferencia decía que mientras sigan atribuyéndole la deuda privada a la deuda social, le traerá a la humanidad un futuro muy sombrío y si es así, que se vaya al carajo tal desarrollo.
Desarrollo no es abrir suntuosas carreteras para que circulen fabulosos autos en los que viajan tremendos millonarios, dueños y amos de empresas y bancos, yo no comulgo con ese desarrollo, como está ocurriendo con los mega-ricos en China.
Además es un deleznable abuso y una crueldad sin límites, creer que una persona humana pueda vivir con un salario de $0.70 centavos la hora y mucho menos con los $0.40 centavos que están pagando en la India.
La esclavitud nos quedó en pañales, ante esta nueva forma de explotación.
Abelardo Giraldo.08/23/12.