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Todo empezó desde que los Estados Unidos en alianza con Arabia Saudita y Pakistán, contribuyeron a hacer retirar el Ejército Rojo Soviético, de las tierras afganas en 1985.
Grupos fundamentalistas con intereses económicos, políticos y territoriales han venido utilizando la religión musulmana para conseguir adeptos y entrenarlos como guerreros, contra lo que ellos consideran, sus enemigos.
El mismo Bin Laden que era un multimillonario de origen saudí, curtido en las guerras afganas contra la Unión Soviética y considerado de muy buena reputación en su patria, fue absorbido por un fanático musulmán al servicio de estas castas fundamentalistas y lo transformó en un tenebroso enemigo de los Estados Unidos.
Actualmente residen en los Estados Unidos siete millones de musulmanes y tienen 1200 mezquitas, el 80% inmigrantes y un 20% nacidos allí.
Lo que hizo Al-Qaeda esta semana en Libia y que terminó con el asesinato del embajador Cristopher Stevens y tres funcionarios, en la sede diplomática de Bengasi, no es nuevo, su costumbre ha sido atacar las embajadas norteamericanas, ya lo había hecho en Tanzania y Kenia al mando del numero tres de al-Qaeda, Mohamed Atef, quien fuera muerto en Kabul, durante la ofensiva americana contra Afganistán.
Es una lástima, que esto hubiese ocurrido, este embajador estaba colaborando en la reconstrucción de una nueva Libia, era portador de un gran talento democrático y gracias a su experiencia diplomática era de grandes resoluciones, había trabajado en Marruecos, Egipto, Israel, Siria y Arabia Saudita.
No obstante, esto hizo que se afianzaran más las relaciones entre Estados Unidos y el gobierno Libio, para combatir a Al-Qaeda.
Se dice que este grupo terrorista, cuenta con 18.000 miembros y que a raíz de la muerte de Bin Laden, ha incrementado su accionar en los países árabes, estableciendo “bases generales”, en Arabia Saudita, Yemen, Túnez, Argelia e Irak.
El concepto generalizado de esta organización terrorista y que fuera expresada por su extinto líder, Bin Laden, Es: “Estados Unidos encabeza la lista de los agresores contra el pueblo musulmán”.
Es cierto que un ciudadano egipcio-americano irresponsable, ofendió un sentimiento religioso con su película “LA INOCENCIA DE LOS MUSULMANES”, pero se debe tener en cuenta que las naciones tienen Ministerios de Justicia y leyes, ante las cuales se puede demandar cualquier acción absurda, sin necesidad de acudir a extremismos violentos.
El mismo pueblo libio se sintió consternado, en razón a que el país y su gobierno se encuentran altamente agradecidos con Estados Unidos por la ayuda prestada al librarlos del que iba a ser “UN ETERNO DICTADOR”.
Vladimir Putin, expresó a los medios de prensa rusos, que todo homicidio es un crimen horrible y que el asesinato del embajador y sus tres diplomáticos cuya vida y salud eran protegidos por una convención internacional, se considera profundamente repudiable y que quienes no reconocen estas normas del derecho internacional se ponen fuera de la ley y de la civilización moderna.
Varios presidentes norteamericanos, se han referido al odio árabe, Roosevelt expresó en 1958 “La campaña de odio hacia nosotros en el mundo árabe no proviene de los gobiernos, sino de sus ciudadanos”.
George W. Bush, después del fatídico 11 de septiembre, expresó, “Los árabes actúan así, porque odian nuestras libertades”.
Kofi Annan, en la ONU, dijo después de haber sido abucheado en Beirut y refiriéndose a los árabes, “Cada día nos temen menos y nos odian más”.
Un congresista de la Unión Europea se refirió a los árabes así; “Los musulmanes en Europa, no son más que un hervidero de odio.”
La Iglesia católica también ha atizado este odio, al contravenir el Dios de la razón católica al Dios de la Yihad islámica.
Pero en realidad yo creo que el problema del odio musulmán hacia los países de occidente y en especial a Estados Unidos se debe al trato dispensado a esos pueblos, sobre todo islámicos, el cual ha hecho que ellos se sientan humillados o degradados.
Se ha querido confundir islamismo con terrorismo y no todos los islámicos son terroristas.
Un Embajador español ante la Unión Europea, llamado Emilio Meléndez, decía, que este odio se había acrecentado desde la partición de Palestina en 1947-1948, el cual se había consolidado con un sentimiento antibritánico que llegó a Francia y a los Estados Unidos.
Sentimiento de odio que contra Israel también, ha sido eterno.
El Presidente Libio Mohammed Al-Megaryef, ha manifestado que 50 personas han sido arrestadas en conexión con este acto de violencia y aseguró que, según investigaciones adelantadas la acción fue alevosamente premeditada para esa fecha por Al-Qaeda.
Se trató de extranjeros venidos posiblemente de Mali o Argelia los cuales con algunos simpatizantes libios pro-kadafistas, generaron inicialmente, frente a la embajada, una revuelta espontánea, para luego dar la entrada a los extremistas armados de esa organización terrorista.
El Gobierno Libio se comprometió con el Presidente Obama, de llevar esta investigación hasta sus últimas consecuencias.
Abelardo Giraldo. 09/16/12.