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Enigmas de la existencia: “Los Hititas”

La actual Turquía, debido a su situación geográfica, fue lugar transitorio de muchas huestes guerreras, o, lo que es lo mismo, fue un fuerte campo de batallas y un crisol de razas en la antigüedad.

Aquí la historia se produjo únicamente en estado salvaje, imperaba la ley del más fuerte y la sola alternativa de muerte o supervivencia. El pueblo de Los Hititas desapareció hace 3000 años.

Solamente hasta hace 200 años, se vino a hablar de esta civilización en una edición del año 1871, cuando la enciclopedia Meyer, la define como: una tribu cananea que los israelitas encontraron en Palestina y quienes vivían al norte de Hebrón junto con los Amoritas,  que más tarde se habían establecido  en la región de Bethel  y tributaban para el rey Salomón.

En 1871, los historiadores sabían muy poco de Los Hititas, mientras que ahora nos enteramos que este pueblo en el segundo milenio a de C, era una gran potencia política, cuya dominación se extendía por todo el Asia Menor hasta Siria y habían subyugado no solo a Babilonia sino que había guerreado victoriosamente contra Egipto.

Se dice que es increíble que una potencia semejante indiscutiblemente legitimada por una cultura y una civilización propias, que poseía además su peculiar jurisprudencia hubiese caído en el olvido y pasara inadvertida para los arqueólogos y los historiadores hasta bien entrado el siglo XX.

Relata la enciclopedia que cuando los primeros exploradores llegaban a un pueblo de esos, ellos padecían la sensación de estar acercándose a una necrópolis y podían apreciar la reverberación que agrietaba las piedras, las puertas de las viviendas daban la impresión de estar vacías, luego misteriosos hombres, con caras inmóviles y sin demostrar ninguna curiosidad se iban acercando lentamente, formando círculos alrededor de los visitantes, contemplándolos en silencio. Algunos exploradores alcanzaron a afirmar que al observar que en las orbitas craneales parecían existir ojos sin vida, no obstante extrayendo de sus rostros una forzosa sonrisa le ofrecían té a los extranjeros.

Los pueblos que habitaron el Asia Menor fueron numerosos y pertenecieron a razas muy diversas, eran hordas, tribus y pueblos muy hostiles entre sí.

El primer contacto de la civilización moderna con este pueblo, tuvo lugar en el mismo sitio donde se alzaba su capital, en el siglo pasado un explorador francés llamado Charles Marie Felix Texier, planeó con todo detalle un viaje hacia el interior de Anatolia.

Charles Felix Texier (1802-1871), en su gran viaje, se topó con un sendero que conducía a unas cabañas de barro acabadas, allí le cerraron el paso una hilera de bloques ciclópeos y corroídos por los siglos que parecían emerger de la misma eternidad, se encontró con un edificio de proporciones gigantescas, caprichosamente asimétricas, descubriendo un paisaje caótico y embrujado que aparecía encerrado por una muralla interminable.

Al trazar un círculo que abarcaba el conjunto de las ruinas, se dio cuenta que aquellos vestigios era lo que quedaba de una gran ciudad que debió ser tan grande como Atenas en su época de esplendor y se formuló la incógnita,  ¿Quién habría construido semejante ciudad?

El año de 1839, Texier publicó en París una monumental relación de viajes en varios volúmenes, en las que expresó que era evidente que las ruinas de Bogozkoy  eran totalmente desconocidas para los arqueólogos del siglo XIX, pues se ignoraba el lugar que habían ocupado en el espacio geográfico del Asia Menor, durante el segundo milenio,  a de J.

Texler, dejó escrito “El carácter grandioso y espectacular de estas ruinas me dejaron perplejo, cuando intenté dar su verdadero nombre en la historia, al comprobar que ninguna de estas construcciones podía  atribuirse a épocas romanas”.

Existen bajo relieves que muestran misteriosas procesiones divinas y extraños jeroglíficos, que al parecer,  forman parte de un sistema de escritura.

Campañas arqueológicas del siglo XX, en especial las de Hugo Winckler, demostraron que el imperio Hitita, era un imperio de verdad e incluso se pudo leer su escritura, gracias al filólogo checo Bedrich Hrozny, que nos dejó más descubrimientos y una abundante cultura material.

 La Hititologia, seguirá asombrando al mundo.

Lo que sí es cierto, es que,  este fue un pueblo con sus propios reyes que rivalizaron en poder con Asiria, Babilonia y se enfrentaron a los más poderosos de la antigüedad, los faraones en Egipto.


Abelardo Giraldo. 09/15/17.