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Similitudes registradas durante los dos grandes estallidos sociales ocurridos en nuestra querida Colombia

Texto de Abelardo Giraldo

       La primera manifestación de descontento, expresada por la sociedad colombiana, se registró a partir del 9 de abril del año 1948, con el asesinato del Dr. Jorge Eliecer Gaitán.  Esta fue la acción que rebosó el vaso de la indignación social.

     La retórica del Partido Conservador y la Iglesia Católica, en ese entonces era de que todo el evento había sido planeado y financiado a través de la gestión del comunismo internacional, desconociéndose, que el pueblo venía sintiendo frustración, rabia y miedo por la violencia generalizada con qué venían gobernando los conservadores, en esa época los textos escolares y los catecismos giraban todos alrededor del tema del conformismo y de la obediencia. Los amotinados lo primero que atacaron fueron los símbolos de poder y la opresión en Bogotá.

     Como en el año de 1928 había ocurrido la famosa masacre de las bananeras, perpetrada por el gobierno colombiano al servicio de la United Fruit Company, esto generó en el pueblo gran indignación contra los establecimientos extranjeros en Colombia, porque se les asoció con la represión y la injusticia y es por eso que fueron atacados con más fuerza, Smith Hermanos, J. Glottman y Croydon, que representaban parte de la estructura del poder económico y político. La sindicación más débil del gobierno de la época, era la atribuida al comunismo internacional, después a medida que siguieron los disturbios, aparecieron otras interpretaciones para el 9 de abril, Jorge Bejarano, Ministro de Higiene, culpó a la chicha y el guarapo de los eventos de esa fecha, ponía de manifiesto y en forma impresionante las graves fallas morales de que adolecía un enorme sector de la clase trabajadora, los consideraba sin educación, ni disciplina, ni sobriedad ni organización familiar y las consideraba las más aparentes virtudes de los revoltosos, fue así como aparecieron las primeras disposiciones que se tomaron contra la chicha y el guarapo.

    Ospina Pérez, expidió la ley 34 de 1948 y el lenguaje del decreto como la ley, era clasista, incluso racista, se prohibía la venta de este producto en restaurantes y lugares públicos. La ley, definía estos productos y los sitios donde se expendían, como antihigiénicos, consideraba, además, que la exacerbación política y la criminalidad se generaba por el consumo de estas   bebidas alcohólicas. El gobierno decidió aprovechar el 9 de ABRIL, para aumentar las restricciones que pesaban sobre las clases populares y sus costumbres. Según la percepción de las élites, todo lo relacionado con la chicha era sucio, nada higiénico y poco refinado. El 9 de abril enfrentó aún más, las clases populares con el gobierno.

     Lo cierto es que este levantamiento fue llevado a cabo por ciudadanos colombianos comunes y corrientes y no por una banda misteriosa de comunistas internacionales o consumidores de chicha como lo pretendía hacer creer el gobierno.

       El levantamiento popular de hoy, iniciado el 21 de abril de 2.021, que continúa hasta la fecha y lleva más de un mes, se debe a que la juventud no vislumbra ningún futuro, no ven nada, todo es negro, solo oscuridad, les han quitado todo, la educación, la salud, sus sueños, el bienestar, es por eso que nadie les da trabajo, ven imposible llegar a tener un apartamento o una casa propia.

         Las nuevas generaciones están siendo sacrificadas por los gobiernos del despotismo, han hecho, que ellos se sientan como piezas inservibles desplazándose en el vacío, una masa amorfa que camina hacia el abismo, usando solamente somníferos y antidepresivos para paliar su miserable existencia.

       La brecha entre ricos y pobres en Colombia es tan grande, que es como si la gente viviera en dos países diferentes. Con un gobierno de partido denominado Centro Democrático, que como dice el periodista Gonzalo Guillen, ni es de centro ni es democrático sino de ultraderecha y autocrático.

       Muchas personas en Colombia ya no tienen nada que perder aparte de su vida, el 75% de la población está en situación de vulnerabilidad económica y en las zonas rurales los campesinos están siendo desplazados por las élites ganaderas, qué con organizaciones paramilitares, les quitan las tierras, además de grupos de guerrillas y narcotraficantes, por las rutas de la droga.

      En Colombia hay desigualdad de oportunidades y de trato, ligado al racismo estructural que existe en el país, pero además se vive un profundo descontento por las acciones militares del gobierno, “Es una lógica de mando que no se puede tolerar”.  Va a ser muy difícil que la gente crea en las posibles soluciones que el gobierno colombiano ponga sobre la mesa.

        Este pueblo ha decidido resistir y ahora Colombia está superando el número de muertos a los ocurridos en las protestas en Chile, según las estadísticas, ya son 71 los muertos generados por la violencia oficial.

     El 6 de junio, arribó a Colombia, La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos “CIDH” y su misión es acceder y conocer de primera mano, la realidad que atraviesa el pueblo colombiano, escuchando la voz de las víctimas o familiares, de organizaciones y organismos, en las diferentes regiones de Colombia.

     El sufrimiento del pueblo colombiano exige nuestro mayor esfuerzo, compromiso y rigor en la civilización y desnaturalización de las prácticas aberrantes, que, en todo tiempo y lugar, entrañan las violaciones a los derechos humanos.

       Para cumplir con esta misión deben visitar regiones como Cali, Medellín, Bogotá, Popayán, Pereira, (Cali) Siloé, Yumbo, Timbío, Santander de Quilichao y en la ciudad capital del país, Usme, Ciudad Bolívar, Portal de las Américas, Barrio Kennedy, Engativá, Suba Soacha, Madrid Cundinamarca, Facatativá, Teusaquillo, La Calera, y El Portal de Usaquén.

Este informe de carácter preliminar, permitirá a la misión concluir, que es imperioso contribuir al resguardo de la vida y la dignidad humana, garantizar la justicia, la verdad y el cumplimiento de reglamentos, leyes y tratados internacionales en materia de defensa de los Derechos Humanos.

Abelardo Giraldo. 06/09/2021.