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Afganistán y los talibanes

Texto de Abelardo Giraldo

Todo empezó en 1985, cuando Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudita, hicieron retroceder al Ejército Rojo de su territorio.

Después vino consolidándose el islamismo talibán, llegando a gobernar el país entre 1996 y 2001.

El gobierno talibán empezó a organizarse en el año de 1996, al sur del país en la ciudad de Kandahar y su propósito inicial, era liberar al país, del caos y la corrupción imperantes durante los años de la ocupación soviética. Luego comenzaron a imponer la ley Sharia, apoyados en un principio por la población afgana y, en todas las zonas que llegaron a controlar, instauraron un estricto régimen islámico, estableciendo que los varones deberían utilizar barbas largas y a las mujeres se les imponía un sinnúmero de prohibiciones.

Comenzaron aplicando inhumanos castigos como amputaciones y ejecuciones públicas, que fueron siendo rechazados por países como Irán y la comunidad internacional, por ser considerados como graves violaciones a los derechos humanos. Además, utilizaban azotamientos y apedreamientos públicos, por las faltas cometidas y las principales víctimas eran las mujeres,  a las que se les prohibía salir a solas a la calle y requerían ser acompañadas por algún pariente del sexo masculino.

Cuando ellos empezaron a gobernar en Afganistán, instalaron un aparato tremendamente represivo, que obligó a las mujeres a cubrirse por completo y a esconderse del mundo mientras eran violentadas.

Durante el transcurso de estos 20 años, ellas, bajo la sombra de los Estados Unidos, tuvieron la oportunidad de conocer los beneficios que les otorga la libertad, trabajar, poder votar y ser elegidas, ayudando a levantar una nación, situación que fue posible hasta el domingo  pasado,  agosto  15 del 2021.

Esas milicias han vuelto a tomar el control y las mujeres temen venganza por haber vivido con autonomía durante las últimas dos décadas, lo cierto es, que a las mujeres y a las niñas les llega una nueva era de sometimiento.

Según la comisión independiente de derechos humanos, aproximadamente 3000 afganos intentan quitarse la vida cada año y el 80% son mujeres, debido a que son las más afectadas por la violencia física y psicológica.

Muchas de ellas lloran al saber que son esclavas, que sus vidas podrían llegar a valer tan poco, como el valor de un pasaje en taxi, se consideran como si su identidad pudiera ser borrada para siempre.

En estos momentos la OTAN, está explorando como enfrentar el problema y organizaciones internacionales de los derechos de la mujer como, “Women For Women International” están recolectando donaciones para ayudar a muchas de ellas, a escapar.

Al gobierno lo acaban de bautizar como, Emirato Islámico de Afganistán y sigue con el reconocimiento de Pakistán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Los talibanes son de la etnia Pash Tún, religiosamente sunitas y en 1999 fueron acusados de dirigir una campaña antichiíta, en la ciudad de Herat, lo que les ocasionó serios enfrentamientos con Irán.

Ese mismo año, el presidente Bill Clinton, firmó una orden para imponer sanciones económicas y comerciales contra el régimen talibán, por su apoyo y protección a la red terrorista de Al´Qeda.

El 11 de septiembre de 2001, se producen los atentados contra las torres gemelas en New York y contra el Pentágono, pero luego de llegar a la conclusión, de que el origen intelectual de los atentados era la organización de Al´Qeda y que el líder de esa organización Osama Bin Laden, se encontraba bajo la protección del régimen talibán, Estados Unidos, decide invadir el país y  con la cooperación de las fuerzas de la Alianza del Norte, entran en Kabul y derriban el gobierno de los Talibán.

Oscar Palma, PHD, en relaciones internacionales, afirma que hasta el momento los talibanes están manejando un discurso moderado, pero se teme que ese país siga siendo un santuario de Al´Qeda y el terrorismo internacional, porque al parecer, esos contactos aún continúan, según afirman algunos países vecinos.

Es extremadamente preocupante, una carta enviada a la comunidad internacional por la directora de cine afgano y propietaria de Afgan Films. Sahraa Karimi, quien afirma que cuando empezaron las conversaciones con los talibanes, durante el gobierno de Donald Trump, en las provincias, estos ,comenzaron a matar gente, a secuestrar niños, a vender niñas como novias a sus hombres, torturaron y asesinaron a comediantes, poetas, historiadores, al jefe de cultura y medios de comunicación del gobierno, colgaron algunos hombres públicamente y han desplazado a cientos de miles de familias, agregando que han  brutalizado al pueblo durante todo el proceso de conversaciones. Han destruido muchas escuelas y dos millones de niñas se han visto obligadas a abandonarlas de nuevo.

El escritor afgano-estadounidense, Khaled Hosseini, afirmó que, ante tantos excesos y restricciones draconianas de los talibanes, los Estados Unidos y la comunidad internacional, deben presionar a estos, para que no apliquen la violencia punitiva contra los ciudadanos afganos y que se respeten los derechos humanos, en particular de las mujeres y las niñas.

También le pidió a los Estados Unidos, que acepte a los refugiados afganos como hizo al final de la guerra de Vietnam con los ciudadanos de esa nación.

Se dice que, en Afganistán, la gente empezó a cambiar sus hábitos, anticipando una vuelta al mismo tipo de régimen fundamentalista que conocieron del gobierno talibán durante los años 1996 a 2001, “el miedo está ahí”, a los ladrones se les cortaban las manos, los asesinos se les mataba en público y se ejecutaba a los homosexuales. Las mujeres tenían prohibido trabajar y las que eran acusadas de adulterio, eran azotadas y apedreadas hasta la muerte, Las niñas no podían ir a la escuela. Existía un Ministerio de promoción de la virtud, que hacía reinar el terror.

Aunque un portavoz de los talibanes de nombre Suhail Shareen, el pasado Lunes  a través de una emisora local de Kabul, transmitió, que las mujeres no deben temer y que su derecho a la educación les será protegido, además anunció una amnistía general para todos los funcionarios estatales, pidiéndoles  que volvieran a sus lugares de trabajo con confianza.

El comportamiento de los talibanes en las calles es imprevisto, algunos son amables y no dan ningún problema, pero otros te gritan y te empujan sin motivo o razón, dijo un hombre que intentaba llegar a su lugar de trabajo y le tocó pasar por un retén de control talibán.

Esperamos, que, ante la presión internacional, el comportamiento del gobierno que se inicia, cambie, modere o mejore las formas de dirigir a su pueblo.

Abelardo Giraldo.

08/17/2021